La familia Cuello Mainardi (6)

La familia Cuello Mainardi (6)

POR GRACIELA AZCÁRATE
En Puerto Rico, el Dr. Leovigildo Cuello mantuvo una estrecha amistad con el Dr. Velázquez, que era su viejo líder  y con el que sin embargo mantuvo independencia crítica.

Lo convenció para que fuera a vivir a Ponce, junto a él “ su hijo más activo”,  pues era una ciudad con un costo de vida menor al de San Juan. El Dr. Alfonseca y el Dr. Velázquez Hernández sufrieron enormes penalidades económicas en el exilio y fallecieron poco después. Alfonseca en 1933 y Velázquez en 1934. Este último vivió en Ponce un año gracias al pago, en diez mensualidades de U$200, de su imprenta El Progreso, en que se editaba el periódicao El Progreso, órgano del partido, adquirido por el puertorriqueño Guillermo Vivas Valdivieso, dueño del periódico El Día, única forma en que pudo salvarse de la codicia de Trujillo.

No sólo perdió todos sus bienes a manos de Trujillo, sino que sumido en la pobreza no pudo continuar apoyando los estudios de sus hijos en Francia.

Durante la década de 1930, el exilio dominicano se mantuvo reducido puesto que la mayoría seguía su viaje a New York, donde era más fácil la sobrevivencia.

Sobre todo permanecieron los profesionales que contaron con la solidaridad de formaciones políticas puertorriqueñas que cubrían el espectro político desde los independistas hasta los anexionistas republicanos. Una reducida comunidad de no más de veinte personas estaba integrada por Rafael Ortíz Arseno, sus hijos Arturo y  Zeno, Rafael Barreiro, Lorenzo Redondo, Federico Ellis Cambiaso, Guaroa Velázquez, Dionisio Bernal, Nene Miniño y Miguel Pardo. La gran mayoría contrajeron matrimonio con puertorriqueñas y se integraron a la nueva patria de adopción.

Una de las primeras batallas  librada por el Dr. Leovigildo Cuello, con el apoyo de profesionales e intelectuales puertorriqueños,  fue  el reconocimiento por ley del derecho a ejercer la profesión de médico dada su condición de exilado. Su caso y la victoria del mismo ante el gobierno norteamericano abrió las puertas y benefició a otros profesionales dominicanos. En Ponce, su labor no sólo se refirió a la práctica de la medicina  y a los derechos laborales y profesionales de los exilados sino que se abocó a dictar conferencias entre estudiantes, círculos culturales  y organizaciones obreras que evidencian el alto  grado de maduración de su ideología revolucionaria.

Desde su punto de vista  de médico se opuso a las “Clínicas malthusianas” a fin de reducir la procreación, defendió el derecho de las mujeres a una concepción consciente y desarrolló teorías de igualdad de género constituyéndose en un pionero del feminismo y de las teorías de la lucha de género. La cuestión obrera también despertó sus inquietudes y estudió la historia del movimiento obrero mundial y el experimento de la revolución rusa de octubre. En 1933, hizo propuestas concretas en un discurso pronunciado en  el Taller Benéfico de Artesanos de Ponce, donde promovió la formación cívica de los trabajadores como condición de progreso para el pueblo trabajador.

Su trato asiduo con  los sacerdotes mercedarios de Ponce y luego los dominicos de Mayaguez lo acercaron a los estudios religiosos y bíblicos, presidiendo la Acción Católica Masculina de Puerto Rico.

Ideológicamente, sus principios políticos abrazaron siempre el nacionalismo antiimperialista, negándose sistemáticamente a cualquier intervención de Estados Unidos en forma unilateral y con una comprensión de la dimensión decisiva que tenía en la subsistencia del trujillato  el apoyo norteamericano.

Los esposos Cuello Mainardi, coherentes con el nacionalismo, mantuvieron una estrecha amistad con el líder Pedro Albizu Campos. El exilio antitrujillista contó con  el apoyo del los republicanos, las asociaciones obreras, las iglesias, los profesionales y el espectro político y social incluidos los nacionalistas.

Intelectuales como René Jiménez Malaret, la poetisa Julia de Burgos, los hermanos Salvador y Augusto Perea y Juan Antonio Corretjer colaboraron estrechamente con la causa antitrujillista y fueron asiduos visitantes del hogar Cuello Mainardi.

Desde 1939 a 1941 se fue dando el proceso que llevó a la formación del Partido Revolucionario Dominicano, que desde Cuba fue ganando adeptos.

El Partido Revolucionario Dominicano pretendía organizar el exilio, bajo la orientación fundamental de Juan Isidro Jiménez Grullón y Cotubanama Henríquez.

Muy pronto el Dr. Cuello ocupó el liderazgo de la seccional puertorriqueña. En ese momento existían en Puerto Rico sesenta exiliados que participaban en la lucha antitrujillista , 25 de los cuales ingresaron de inmediato al PRD.

El PRD jugó un papel de importancia en la compactación total de exilio, un hecho sin precedentes que se materializó en el Congreso de Unidad en  noviembre de 1944 celebrado en la Universidad de La Habana. Había optimismo con respecto al fin de la guerra  y al surgimiento de un nuevo mundo que imposibilitaría la superviviencia de las dictaduras latinoamericanas.

Los exiliados antitrujillistas de Caracas encabezados por el Dr. Ramón de Lara fueron los más fervientes promotores de la unidad total del exilio en el PRD.

En Cuba, que siempre había dado apoyo irrestricto a los exilados dominicanos se reunieron prominentes personalidades del exilio de Venezuela, Cuba y Puerto Rico.

En 1943, se dio inicio a la unificación con la participación del Dr. Lara, el Lic. Morales, Rafael Mainardi Reyna y el Dr. Cuello entre otros.

En las divergencias surgidas por el liderato entre Juan Isidro Jiménez Grullón y Juan Bosch en lo que se llamó “La guerra de los Juanes” la figura del Dr. Leovigildo Cuello sirvió de equilibrio y concitó el apoyo de la mayoría  porque no albergaba ambiciones presidenciales y tenía la capacidad de cohesionar los más disímiles sectores.

El liderazgo del Dr. Cuello se consagró por su desprendimiento,  su hostilidad a todo personalismo y por la férrea posición de derrocar la dictadura de cualquier manera y a cualquier costo personal.

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g.azcarate@verizon.net.do

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Fuentes:
Investigación genealógica, documentos y archivos de la familia Cuello Mainardi.
Cuello Mainardi, Carolina: “Vivencias”Santo Domingo, 1999.
Dr. Marcos Hernández: Arbol genealógico familia Mainardi y familia Cuello.
Archivo de la familia de  Vinicio Martín Cuello Pereira.

Bibliografía:
Cassá, Roberto: “En busca del tiempo del exilio: Semblanza del Dr. Leovigildo Cuello”. Santo Domingo, 1999.

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