POR GRACIELA AZCÁRATE
La sociedad dominicana entre 1868 y 1874.- Fernando Alberto Defilló nació el 27 de febrero de 1874, en Puerto Plata. Su primo Pablo Carlos Salvador Casals Defilló, nació dos años después en Vendrel, Cataluña, el 29 de diciembre de 1876. Era hijo de Pilar Defilló Amiguet, -hermana de Leonor Defilló-, y Carlos Casals y Ribas.

El nacimiento de los dos primos transcurre en un mundo sometido a crueles y sangrientas guerras. La Guerra de Crimea de 1854 a 1856, la guerra de Secesión en los Estados Unidos y la guerra franco –Prusiana fueron las más terribles del siglo XIX.

República Dominicana se debatía en el proyecto de Anexión, y en las sucesivas recaídas de exilio, guerra civil y gobiernos de Buenaventura Báez. En el Caribe hispánico se desarrollaron importantes movimientos sociales y políticos, en alguna manera motivados por los sucesos españoles de 1868, que obligaron a la reina Isabel II a refugiarse en Francia.

El gobierno español provisional convocó a Cortes y se sancionó una Constitución de corte liberal en 1869.

En el Caribe, el 23 de septiembre de 1868 se produjo el llamado Grito de Lares en Puerto Rico. El 10 de octubre del mismo año se produce en Cuba el Grito de Yara, que inicia la sublevación cubana contra España, encabezada por Carlos Manuel de Céspedes que inicia la insurrección poniendo en libertad a los esclavos de su ingenio.

Hacía pocos años, en 1865, habían salido los ejércitos españoles vencidos después de la Guerra de la Restauración, iniciada en 1861.

España estaba preocupada por los reiterados intentos de Buenaventura Báez en negociociones con Estados Unidos y el gobierno del general Grant para producir la anexión a ese país, además de la venta de la península de Samaná. En el país también repercutió la guerra civil librada en Venezuela, entre liberales y federalistas que se extendió desde 1858 a 1868.

SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PAÍS DURANTE » LOS SEIS AÑOS» DE BUENAVENTURA BÁEZ

Aunque el gobierno de Báez debió hacer frente a los gastos de guerra que fueron permanentes durante su mandato, sobre todo para mantener los gastos de las tropas destinadas a sofocar la insurrección del partido liberal de los azules, y aunque el deterioro económico venía desde 1844, la situación económica durante cuatro años sufrió una marcada mejoría.

Esta mejoría se detuvo en 1872, con la guerra franco alemana, que afectó la exportación de tabaco y otros productos.

La mejoría estuvo determinada por el estallido de la guerra independentista en Cuba, iniciada en 1868, duró diez años y produjo un desplazamiento de poderosos capitalistas de la industria azucarera cubana que ante la situación de guerra, emigraron y se instalaron sobre todo en Puerto Plata, trasladando sus capitales a República Dominicana.

El resurgimiento de la industria azucarera, la instalación de grandes familias cubanas y sus negocios e ingenios coincide con el gobierno de los seis años de Báez y que se extendería durante diez años, que es el tiempo que duró esa primer movimiento independentista.

Si económicamente fue una época de crecimiento, en cambio políticamente el período iniciado con el regreso de Báez del exilio, en marzo de 1868, para asumir su cuarta presidencia fue según distintos historiadores dominicanos, el tristemente célebre «gobierno de los seis años».

Juan Bosch en «Composición social dominicana» escribe al respecto: «Fue la más inútil de las dictaduras que ha conocido el país. En esos seis años la pequeña burguesía baecista se sostuvo en el poder, recurriendo a todos los medios, a los más crueles y espantosos, y sin embargo no avanzó un paso en el orden social; y se empantanó en el crimen, la violencia, en los negocios pequeños, y al terminar los angustiosos seis años de su régimen el país era un despojo».

Marrero Aristy dice: «No solamente se encontraba en bancarrota el erario público, sino que las fortunas privadas no existían, y todo el país era un verdadero campo de miserias y duelos».

Báez fue derrocado por un movimiento armado encabezado por el general Cabral. Al inicio de 1874, Báez abandonó el poder y salió al exilio. El general González fue nombrado presidente constitucional pero su manejo arbitrario de los fondos públicos hizo levantar al pueblo en armas que lo derrocó y sucedió don Ulises Espaillat, reconocido vicepresidente del gobierno de la Restauración, que había pasado los seis años de Báez en prisión.Como describe Juan Bosch en el mismo libro la «arritmia histórica de la pequeña burguesía dominicana» genera golpes de estado, caos y anarquía de tal envergadura, que el 27 de diciembre de 1876, Buenaventura Báez se instaló por quinta vez como presidente de la República..

EL DERROTERO DE VIDA DE LEONOR DEFILLÓ AMIGUET

En ese marco de grandes conflictos sociales, políticos, de exilios, de anarquía, y luchas de independencia tiene lugar el nacimiento de Fernando Alberto Defilló.

La familia Defilló Sanz ha seguido el derrotero de Leonor Defilló después que dio a luz a su hijo en Puerto Plata, y ha intercambiado documentos con los descendientes puertorriqueños

Según una foto dedicada a su tía Leonor, fechada en 1900, Pablo Casals demuestra que para esa época su tía aún vivía en La Habana.

Los descendientes de la familia Defilló en Puerto Rico han seguido el derrotero de la vida de Leonor. Según documentos que obran en su poder ellos han reconstruido su vida. Debío haber nacido en España aproximadamente en 1843. En 1861, casó en primeras nupcias, en Mayaguez con un español, natural de Sevilla llamado Francisco Carrillo Flores. Leonor debía tener no más de 18 años. Tuvieron un hijo en 1862, llamado José Anselmo Carrillo Defilló pero el bebé murió. Los familiares poseen el acta de defunción. En el momento en que Leonor tuvo relaciones con Meriño estiman que había enviudado o se había anulado el matrimonio y ella era una mujer de aproximadamente 35 años cuando dio a luz a Fernando. Después de su nacimiento, al cabo de dos años ella regresó a Mayaguez y contrajo matrimonio con Domingo Fernández de Castro. Tuvieron por lo menos dos hijos, en Puerto Rico, nacidos en Mayaguez: Rafael nacido en 1878 y Clemencia en 1879.

En Cuba, nacieron Carmen Fernandez de Castro Defilló y Leonor Fernández de Castro Defilló.

Existe un documento con la autorización de pasaporte a nombre de Leonor Defilló por el alcalde de Mayaguez, para viajar a Santo Domingo en 1885, quizás para ver a su hijo Fernando Alberto.

Todo indica que Leonor, su esposo y sus hijos vivieron en el barrio de la Cárcel de Mayaguez, hasta aproximadamente 1885 y que a partir de esa época emigraron a Cuba para radicarse en La Habana.

Su hija Carmen Ana Fernández de Castro Defilló casó en La Habana con Fernando Pared y falleció en 1951, de lo cual se infiere que deben haber descendientes cubanos del matrimonio Fernández de Castro-Defilló

Fuentes:
*Arbol genealógico de la familia Defilló realizado por Marcos Hernández Brea.
*Arbol genealógico de la familia Defilló realizado por Gerardo Javariz.
*Archivo fotográfico, documentos, cartas y testimonios de la familia Defilló suministrado por la señora Leonora Dipp Defilló de Martínez.
*Entrevista y testimonio oral de Leonora Dipp Defilló de Martínez, Xiomara Saladín Defilló y Aurea Defilló Sanz

Dr, Brower, Pompilio: Semblanza escrita del Dr. Fermando Defilló.
Dr. Mariano Defilló Ricart: Semblanza de la familia Defilló Sanz, Santo Domingo, Enero 2005

Bibliografía:
Bosch, Juan: Composición Social Dominicana.
Nuñez Polanco, Diómedes; Anexionismo y resistencia.
Franco Pichardo, franklin: Historia del pueblo dominicanao.
g.azcarate@verizon.net.do