La Feria del Libro: Pablo Neruda

La Feria del Libro: Pablo Neruda

Es oportuno señalar en este momento importante cuando tiene lugar la Feria del Libro en nuestro país dedicada este año al gran poeta Pablo Neruda, que sus más penetrantes versos, su mejor poema se encierra en el titulado Farewell.

Esta apreciación íntima me ha ocasionado, muchas veces, algunos reproches y duras críticas señalándome que yo echo a un lado la obra monumental del gran poeta chileno.

Farewell son versos de un iniciado en la poesía, me dicen algunos. Otros, con altivez de tener un amplio conocimiento de Neruda, me señalan, en tono doctoral, que Residencia en la Tierra, el Canto General, Estravagario, Cien Sonetos de Amor y otros notables poemas de este bardo, constituyen una obra más fundamental y profunda que Farewell del libro Crepusculario. El Farewell subrayan en el canto de quien comienza a entrar en los meandros misteriosos de la poesía. La madurez excepcional le llegó a Neruda con el paso del tiempo superándose cada vez más. Me opongo a esa consideración.

Neruda con Farewell, y García Lorca con La Casada Infiel llegaron a la República Dominicana y se hicieron dueños de nuestra tierra, abarcando la totalidad de los literatos y de todo aquel amante de la poesía. No había tertulia donde esos versos no salieran a relucir y con un empeño tal que conmocionaba el corazón trazando una nueva ruta en el quehacer poético dominicano.

Mi opinión y los recuerdos que ahora plasmo no son suficientes para convencer al lector. Dejemos que sea el propio Neruda quien trace la certera ruta. Y con un sentido que no puede ser desplazado por nadie.

Comienza por relatar la emoción que experimenta un poeta cuando logra terminar su primera producción. «Ningún artesano puede tener, como el poeta la tiene, por una sola vez en su vida, esta embriagadora sensación del primer objeto creado con sus manos, con la desorientación aún palpitante de sus sueños. Es un momento que ya nunca más volverá». Y ese fue el momento de la creación de Crepusculario su primer libro con el poema Farewell.

Uno de mis versos -sigue relatando Neruda- pareció desprenderse de aquel libro infantil y hacer su propio camino, es el Farewell, que hasta ahora sabe de memoria mucha gente por donde voy. En el sitio más inesperado me lo recitan de memoria, o me pedían que yo lo hiciera. Aunque mucho me molestara, apenas presentado en una reunión, alguna muchacha comenzaba a elevar su voz con aquellos versos obsesionantes y, a veces, ministros de estado me recibían cuadrándose militarmente delante de mi y esperándome la primera estrofa.

Esa fuerza poderosa para ganar el más íntimo despertar emocional poético es lo que me hace considerar a Farewell como la creación más real y auténtica de toda la producción literaria de Pablo Neruda.

Siguiéndole los pasos, para mi humilde entender, está el Hondero Entusiasta porque tiene las mismas características determinantes de Farewell.

Una noche en 1923 tuve una curiosa experiencia. Había vuelto a mi casa de Temuco -nos dice Neruda- Era más de media noche. Antes de acostarme abrí la ventana de mi cuarto. El cielo me deslumbró. Todo el cielo vivía poblado por una multitud pululante de estrellas. La noche estaba recién lavada y las estrellas antárticas se desplegan sobre mi cabeza. Me embargó una embriaguez de estrellas, celestes, cósmicas. Corría a mi mesa y escribí de manera delirante, como si recibiera un dictado, el primer poema de un libro que tendría muchos nombres y que finalmente se llamaría El Hondero Entusiasta. Me movía en una forma como nadando en mis verdaderas aguas.

Verdaderamente Pablo Neruda es un poeta universal y cósmico. Se mantendrá latente mientras este planeta Tierra siga girando alrededor del sol.

La Feria del Libro, dedicada esta vez a Pablo Neruda es un acontecimiento al cual todo dominicano que se precie de acercarse a la cultura, debe asistir.

Y ya que es Pablo Neruda el norte de esta feria, extraigo del mismo poeta chileno una apreciación que puede servir para los literatos que por fuerzas circunstanciales se vean mezclados en política.

«Desde aquella época y con intermitencias, se mezclaba la política en mi poesía y en mi vida. No era posible cerrar la puerta a la calle dentro de mis poemas, así como no era posible tampoco cerrar la puerta al amor, a la vida, a la alegría o a la tristeza en mi corazón de joven poeta».

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