La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (FILSD) es un espacio ideado para conectar a la comunidad de lectores con la riqueza cultural contenida en los libros, grandes protagonistas en la construcción de una sociedad más crítica, educada y solidaria. Alrededor de los libros se crean universos de saberes y se forman redes entre los múltiples actores que interactúan en torno a ellos.
“Al animar a la lectura estamos apostando a la cultura y a la puesta en valor del libro”, sostiene Joan Ferrer, director general de la Feria del Libro. Con este propósito, durante diez días, del 7 al 17 de noviembre, en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte se motivará la lectura en un espacio abierto, participativo y plural.
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La Feria del Libro quiere ser un foro para la libre expresión de las ideas y para la difusión de las obras que desean promover los autores, las casas editoriales y los distribuidores, aspiración que se materializa en esta edición con la puesta en circulación de más de 100 libros.
El libro, la lectura y la literatura serán los temas principales de reflexión. Varios pabellones y salas acogerán plataformas para divulgar proyectos innovadores, debatir sobre las mejores prácticas y dar a conocer iniciativas que impulsan la lectura y plantean nuevas formas de distribuir y comercializar los libros.
El comité organizador ha puesto todas sus energías para que los lectores tengan un acceso más directo y diverso a los libros y para garantizar que autores, libreros y distribuidores puedan canalizar libremente sus ofertas editoriales y acceder de forma más democrática, inclusiva e independiente al universo de lectores.
Un compromiso con la bibliodiversidad
En esta nueva entrega, la FILSD está comprometida con la bibliodiversidad, entendida como el esfuerzo de facilitar a los lectores el acceso a una mayor diversidad de géneros, temáticas, identidades, culturas y perspectivas, así como de impulsar la participación activa de editores, autores y comercializadores con múltiples perfiles y contextos.
En otras palabras, la Feria del Libro quiere que autores, editores, ilustradores y distribuidores, sin importar su tamaño, afiliación, modelo de negocio o antigüedad, participen en pie de igualdad en un ámbito receptivo a contenidos, necesidades e intereses no explorados en los circuitos tradicionales. La exposición a múltiples propuestas literarias enriquecerá la experiencia del público y le permitirá descubrir nuevas opciones bibliográficas. Este contacto directo, además de elevar el interés por la lectura, crea un sentido de pertenencia.
Fortalecimiento de la enseñanza y el aprendizaje
El acceso a los libros es una pieza fundamental de la FILSD.
Con un programa centrado en los estudiantes y en todos aquellos motivados por el deseo de aprender, la Feria pretende cultivar el amor por la lectura y fomentar los hábitos y destrezas que de ella se desprenden, tales como la habilidad de leer para aprender y de aprender.
Impulso a la industria editorial
La promoción del libro beneficia a editores, lectores y escritores.
En la FILSD hay un lugar fundamental para la industria editorial, cuyos integrantes podrán exhibir sus catálogos y dar a conocer a sus autores, logrando así dar visibilidad a nuevas voces. Además, la posibilidad de conseguir libros a precios accesibles incentiva la compra y motiva al público a obtener títulos que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos.
Compromiso con la cultura
Promover el libro y la lectura equivale a un compromiso con la cultura, la diversidad y el conocimiento.
En tiempos en que la información se consume de manera fugaz, la lectura se posiciona como una herramienta esencial para el pensamiento profundo y la reflexión, contribuyendo a crear un universo de posibilidades y acercamientos a la multiplicidad de experiencias humanas, y recordándonos que los libros tienen el poder de transformar vidas y culturas.