La fiesta es el domingo

La fiesta es el domingo

El próximo domingo, 8 de este mayo, el Partido Revolucionario Dominicano reunirá a más  de cinco mil miembros dirigentes de la organización, quienes participarán en la Asamblea Nacional de Delegados que proclama al candidato electo. Con ese acto se cerrará la trigésimo nona (39) Convención Nacional Extraordinaria del PRD.

El acto de proclamación del candidato es una fiesta en la cual se encuentran compañeros de todo el país, gente que se conoce, curtida en las lides partidarias.

A esos compañeros los convoca y los une una vieja y renovada militancia que comenzó tiempo atrás y se mantiene con la frescura de una clara mañana de primavera.

El sol de la mañana del domingo hallará a los perredeístas que desde todos los lugares y por todos los caminos confluirán en Santo Domingo.

El Partido Revolucionario Dominicano es una emoción y una costumbre, una tradición y una junta de hombres y mujeres cuya vocación democrática y su deseo de llegar al poder fue demostrada en las votaciones del domingo 6 de marzo.

Que más de un millón de electores acudieran a votar en la primaria de un partido, es un hecho sin precedente producido por el PRD.

Fue la conjugación de esfuerzos lo que produjo la más alta votación en la historia de las primarias en la República Dominicana.

Desde el lunes se inician  las labores de proselitismo, las reuniones, los encuentros, la búsqueda de los votos para obtener la victoria en la primera vuelta.

El mal Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana ha hecho una parte del trabajo, pero mal podemos convertirnos en camarones que se duermen en medio de la corriente.

Las aves de rapiña de la política nacional, incluyendo la prensa que se arrastra ente el mejor postor, se quedaron con la carabina al hombro cuando los perredeístas nos entendimos,  como ha sido tradicional.

Si no hay diferencias en un grupo, no hay democracia, del choque nace la luz. Unidos ganaremos las elecciones del próximo año 2012.

Atrás quedaron los pronósticos salidos de la lectura de tazas de café, los de adivinos que usan el lado sombreado que produce la luz de las velas, o las predicciones de santones de turbante rojo, grueso túbano mordido entre los labios y el lenguaje soez que mezclan con lo que supuestamente le dictan los muertos.

Esos muertos, esas tazas y esas velas se equivocaron. El PRD dio la más hermosa demostración de civismo de estos tiempos.

El domingo conjugaremos sonrisas y abrazos en el reencuentro de la Asamblea de Delegados.

De allí partiremos de regreso a nuestras casas a trabajar para obtener el triunfo en las urnas en mayo del año que viene.

Hasta entonces.

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