La fiscalía de Nueva York ha sometido a la justicia a catorce personalidades ligadas a la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociada), acusadas de soborno, fraude y lavado de dinero. Incluye no sólo a sus principales ejecutivos suizos sino que ya están apresados siete personalidades latinoamericanas y el ex presidente Rafael Leonardo Callejas de Honduras ha optado por trasladarse voluntariamente a Estados Unidos para entregarse allí a la justicia. Es uno de varios ex presidentes centroamericanos apresados recientemente pero ese es material para otro jugoso artículo.

¿Por qué y bajo qué ley internacional las autoridades norteamericanas someten a la justicia a ejecutivos extranjeros quienes han organizado juegos de fútbol fuera de Estados Unidos? Sabemos que el juez Baltasar Garzón de España sometió a Augusto Pinochet, dictador chileno, pero eso fue por crímenes de lesa humanidad. Esto es simple soborno. Pero resulta ser que los ejecutivos hoy apresados vendieron derechos de retransmisión de juegos a cadenas de televisión norteamericanas para que estos pudiesen ser vistos en ese país y solicitaron una “mordida” a cambio de aprobar el asunto. Y algunos, poco sofisticados, para colmo la depositaron en bancos norteamericanos. Es como si los juegos de pelota dominicanos se retransmitieran en Estados Unidos y ejecutivos de la Liga Dominicana de Béisbol hubiesen exigido una comisión.

¿Por qué este asunto es importante? ¿Por qué la FIFA se pica y extiende para utilizar una frase del argot beisbolero criollo en un contexto futbolístico? Y es que los principios jurídicos que utiliza la fiscalía de Nueva York igualmente pueden ser aplicados a casos que nada tienen que ver con el deporte. Si una compañía norteamericana que opera en nuestro país, digamos AES y Citi (ambas se cotizan en la Bolsa norteamericana) se ve obligada a una “mordida” por parte de funcionarios de nuestro gobierno (el que sea), los mismos podrían ser igualmente deportados a Estados Unidos y encarcelados. Podemos citar un ejemplo, pues se hizo público, de una compañía norteamericana que se quejó de las “mordidas”. Hace varios años quien esto escribe, junto con Alicia Ortega, revelamos el contenido de los “wikileaks dominicanos” y en uno de ellos la embajada norteamericana reportó al Departamento de Estado la visita de ejecutivos de Aerodom Dominicana quienes se quejaron por el ambiente de corrupción y cómo por eso pensaban irse del país. Precisamente la semana pasada anunciaron el traspaso de su concesión, no a otra compañía norteamericana, sino a una francesa y es que en Europa los gobiernos no persiguen la corrupción con la intensidad de los estadounidenses. Ahora viene la VINCI, la nueva concesionaria del aeropuerto. De seguro será un caso de “Vini, Vidi, Vinci” -vine, vi y conquisté. Una compañía norteamericana de televisión por cable optó por abandonar el país después de que el gobierno le pospuso otorgarle un permiso para operar con una nueva tecnología, pues su competidora mexicana no estaba lista para ofrecer ese servicio.

Lo de los trenes es otro ejemplo de corrupción. Leonel Fernández durante su último gobierno, anunció uno que iría desde Santiago a Los Alcarrizos y en julio de 2013 una ya inexistente revista de periodismo investigativo hizo público el contenido del estudio de factibilidad hecho por los suplidores franceses que evidenciaba que hubiese implicado un enorme subsidio estatal. Y en este año el Ing. Miguel Vargas Maldonado, del PRD, ha anunciado otro tren, este desde Puerto Plata a la capital y Luis Abinader, candidato presidencial del PRM otro desde Santiago. Por supuesto, ninguno de los promotores son norteamericanos. Han venido, están viendo, ¿vencerán? Probablemente, pues están cubriendo todas las bases, PLD, PRD, PRM. Son buenos rieles.

Lo del “FIFA Gate”, como se le está llamando, es un «gol», pero para los inversionistas europeos y asiáticos. Acapararán nuestro mercado en la medida en que las empresas norteamericanas se retiran de este país de la “mordida” y donde ningún político está preso.