La Final criolla ha sido todo un éxito de pura emoción

La Final criolla ha sido todo un éxito de pura emoción

Licey.com
La serie final de la temporada invernal 2009-2010 trajo una novedad con respecto a los torneos que se han celebrado desde 1992: Licey y Águilas fuera de esta última etapa de la campaña.

Lo que se había convertido en una costumbre por 17 años, Leones y Gigantes se encargaron de cortar esa cadena de éxitos.

Esta es la fecha en la que ambas escuadras se encuentran inmersas en una férrea batalla.

Entre ambas novenas existe un elemento común: hambre por coronarse.

El Escogido con 17 torneos sin poder alzarse con la corona, y los Gigantes buscando que su tercera participación en la final sea la vencida.

Ambos equipos han mostrado en los cuatro partidos que han transcurrido, lo equilibrada que es esta serie. Los escarlatas han hecho gala de su punto más luminoso, y por el cual muchos los dieron como favoritos, que es su pitcheo abridor.  En 24 entradas y dos tercios los abridores rojos han permitido solamente cuatro carreras, lo que da una efectividad de 1.46.

Junto con esto se suma el hecho de que tanto Francisco Liriano, Nerio Rodríguez, Nelson Figueroa, y Edward Valdez, han lanzado cinco innings o mas y han permitido seis hits o menos en sus respectivas salidas.

En tanto, el pitcheo abridor de los Gigantes mostró su calidad en los dos primeros juegos (José Capellán y Aquilino López) con un total de 12 entradas, ocho imparables, y una carrera.

Sin embargo, lo más destacable de los Gigantes ha estado en su bullpen, factor en que a la hora de analizar la serie, eran o son superiores a los Leones.

Con excepción del tercer partido, el relevo francomacorisano ha lanzado 13 episodios y un tercio en blanco, con solo cinco hits, con mención especial a la actuación del cuarto partido donde los relevistas rojo vino no permitieron hits en cinco innings y un tercio.

La ofensiva de ambos equipos no ha estado a la altura que se esperaba, principalmente la casa de poder de los Gigantes (Francisco, Cruz, Betemit) que en los primeros cuatro encuentros ha bateado de 43-4 (.093) con dos jonrones (los dos de Betemit) y cinco remolcadas. Una parte clave para ambos equipos durante toda la temporada fue la velocidad, arma que no ha sido utilizada con frecuencia por ninguno de los dos en esta final. Muchos son los factores que se pueden seguir analizando en esta serie, que esta empate a dos por bando, pero lo más palpable es la adrenalina, la emoción, y el buen beisbol que se ha visto.

Las claves

1. Buen pitcheo

Ambos conjuntos han presentado muy buenas actuaciones de los lanzadores, con los Leones registrando efectividad de 2.06, contra 3.60 de los Gigantes.

2.  Tremenda ofensiva

De manera colectiva, el bateo de los Leones del Escogido se ha encendido de tal forma, que su promedio de bateo como equipo es de .311, gracias en parte, al trabajo de Fernando Martínez y su 6-6 del pasado miércoles.

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