Rabat, (EFE).- La fiscalía pidió hoy ante el tribunal de Primera Instancia de Salé la pena de muerte contra el principal acusado del atentado del café Argana de Marrakech que causó, el pasado 28 de abril, 17 muertos y más de 50 heridos. En su intervención en la sesión de hoy, el fiscal general del rey, Jaled al Kardudi, pidió «la pena máxima» para Adel Otmani, tras recordar que «la pena de muerte es lo máximo estipulado por la ley» en referencia al artículo 7-218 de la Ley Antiterrorista.

Al Kardudi pidió que se apliquen las máximas penas contra los demás procesados (ocho, además de Otmani, uno de ellos en libertad provisional), que están acusados de «constituir una banda criminal dentro de un proyecto colectivo dirigido a atentar contra el orden público, asesinato con premeditación y alevosía, posesión y fabricación de explosivos y pertenencia a un grupo religioso prohibido». Pidió asimismo que se confiscaran todos los bienes usados para cometer este crimen.

El fiscal subrayó que las acusaciones están basadas en muchas pruebas, como las confesiones, la investigación preliminar y los testimonios de los testigos, entre otros, aunque Otmani ha asegurado que confesó su autoría bajo tortura. La petición de pena de muerte por parte del fiscal choca con la expresada por la acusación particular que representa a las víctimas, y que en su totalidad -hoy lo hicieron dos de los abogados- han pedido expresamente que no se pronuncie la condena de muerte.

En Marruecos hay actualmente 103 condenados a muerte, pero la última ejecución data de 1993, por lo que los observadores dudan de que Otmani, aunque fuera condenado a la pena capital, sea efectivamente ajusticiado. La próxima sesión del juicio por el atentado del Café Argana (el más grave perpetrado en el país en los últimos años) se celebrará el próximo 27 de octubre. EFE