La flamante autopista a Baní

La flamante autopista a Baní

Casi diez años después y más de tres mil millones de pesos invertidos Baní contará en pocas semanas de una excelente vía de comunicación para acercarse a la capital; hasta estimularía que más banilejos retornen a su pueblo a vivir y trabajar en Santo Domingo.

La construcción de la vía de unos 32 kilómetros de longitud atravesó diversas etapas de demora y de avances explosivos, hasta que al fin, después que las autoridades se acomodaron con los contratistas finales, el ritmo se hizo firme y continuo, hasta llegar a la etapa de hoy en día, con pocos tramos que faltan por concluir para decir que ya Baní cuenta con su anhelada autopista.

El trazado de la vía es el adecuado, pese a los problemas de atravesar las comunidades de Paya y Escondido, lo cual ya ha creado unos cuellos de botella imperceptibles pero reales, ya que, el estacionamiento en la vía, y a cuenta de que son cuatro carriles, originarán accidentes y hasta embotellamientos ciertos días de la semana en especial en caso de fiestas patronales, largos feriados u otras festividades.

Fue una pena, y pérdida de mucho dinero, el que se construyeran en la zona del ingenio azucarero de Yaguate, los pasos a desnivel para una vía férrea que ya no existe, y es que la economía no aconseja su reposición.

La única justificación de esos pasos a desnivel aparte por el uso del motoconcho, es para el transporte de la caña de los cañaverales vecinos al ingenio en camiones que cruzarían por debajo de la autopista para llegar a su destino sin perjudicar el tránsito de la vía.

Será aconsejable que se estudie la construcción de otras vías de servicio local, tal como se ha hecho en algunos tramos desde la salida de Yaguate hasta casi el río Nizao.

Esas vías permitirían el tránsito local desplazarse sin dificultades, por lo cual lo mismo debería hacerse en la zona desde Santana hasta Catalina y desde Paya hasta Baní.

De otras maneras el beneficio de las cuatro vías se reduciría con un tránsito local a menor velocidad y estacionándose a orillas de la vía, perturbando el tránsito regular de los demás vehículos, que circularán a velocidades por encima de los 100 kilómetros por hora.

 Ahora Baní recibirá la avalancha de un aumentado tránsito, convirtiendo las estrechas calles de entrada y salida de Baní en un embudo.

Esto será el temor de los residentes, y la desesperación de los conductores, de verse atrapados en tapones constantes para salir y entrar a la ciudad. Este calvario perdurará hasta que el gobierno pueda construir la vía de circunvalación norte, que demandaría una inversión de magnitud similar a lo gastado en la nueva autopista por su longitud y la zona montañosa que atravesará.

Para concretizar un plan de desarrollo efectivo, Baní requería de la terminación de la autopista, ya que el impacto de la misma es para estimular nuevas empresas; hasta se recuperaría la agonizante zona franca de Matanzas, reducida en su dinamismo con el cierre de varias de las empresas que allí le ofrecían trabajo a centenares de mujeres de la zona, que fueron por varios años entes estimuladores de la economía regional.

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