La forsitia,  vibrante flor de invierno

La forsitia,  vibrante flor de invierno

Cuando la primavera comienza a asomar, tiene lugar una intensa floración en uno de los arbustos más espectaculares del jardín. La forsitia, con sus pequeñas, profusas y vibrantes flores amarillas, se convierte en la protagonista indiscutible de los últimos días de febrero. El sol está cada vez más presente y el invierno se va despidiendo hasta el próximo año: es tiempo de ver florecer a la forsitia.

Este arbusto caducifolio de rápido crecimiento (Forsythia intermedia) tiene la peculiaridad de que florece antes de que aparezcan sus hojas. Encontramos su origen en los Balcanes y en China, pero hoy su cultivo se produce en todo el mundo, gracias a la belleza que aporta en el diseño de jardines y parques.

Sus ramas, largas y medio sarmentosas, le dan una altura que puede llegar hasta los 3 metros. Sus hojas son opuestas, ovadas a lanceoladas, con bordes parcialmente dentados y de color verde vivo. No superan los 12 cm. de tamaño. Las flores, que surgen en solitario o en grupos de dos, se conocen como campanitas chinas o campanitas doradas. El fruto es una cápsula oval que tiene dos valvas y que contiene numerosas semillas aladas.

Los cuidados que necesita

Muy resistente al frío (tolera hasta varios grados centígrados bajo cero), la forsitia exige sobre todo mucho sol para crecer adecuadamente (de hecho, a más cantidad de sombra, menos floración) y temperaturas templadas. Antes de plantarla, hay que asegurarse de ubicarla en un suelo fértil y bien drenado. Necesita un riego constante, siendo precavidos con los encharcamientos.

No requiere mucha fertilización, aunque conviene suministrarle abono orgánico cada primavera. Respecto a las plagas, es especialmente sensible a botritis y pulgones. En cuanto a la poda, ésta suele favorecer el desarrollo de ramas florales al año siguiente. Conviene retirar las ramas viejas cada dos o tres años y podar siempre después de la floración. La forsitia se reproduce mediante esquejes.

Ampliamente decorativa

Su valor ornamental en el jardín es evidente, ya que su profusa floración es todo un acontecimiento cuando se va terminando el invierno. Además es un arbusto ideal para los meses más fríos, ya que resiste bien las bajas temperaturas. Se cultiva de manera aislada o en grupos, creando setos libres. También es buena idea ubicarla en una maceta grande, para dar un toque de color a los patios y balcones.

También podemos usar las campanitas chinas como flor cortada: sólo tiene que podar algunos tallos con botones florales e introducirlos en casa. Poco a poco se irán abriendo, decorando alegremente cualquier estancia.

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