Este será un año en lo económico y político particularmente delicado y lleno de incertidumbres, en razón de las dificultades económicas conocidas, como la presión del gasto fiscal del Gobierno Central y las entidades autónomas, por las permanentes emisiones monetarias inorgánicas para que el Banco Central pueda pagar los intereses de sus Certificados Financieros emitidos, aún cuando buena parte se reenganchan con renovaciones de nuevos Certificados cuando se vencen, por las bajas reservas internacionales de apenas US$ 129.3 millones, por la continua depreciación del peso dominicano, que está al RD$ 50 por US$ 1.00 con perspectivas devaluatorias, por el alto servicio de la deuda interna y externa que absorberá el 40 % del Presupuesto Nacional, por el efecto inflacionario de las nuevas cargas impositivas en medio de una inflación del 41 % y un crecimiento del PIB de -2.5% proyectado para el 2003 y algo más o menos similar para el 2004 y por la constante fuga de divisas del sistema, que aún con el declarado Acuerdo de reactivación del Stand by del FMI, el Gobierno no ha logrado generar la necesaria confianza y credibilidad en el futuro económico.

El hecho que en el Presupuesto Nacional no se ha contemplado las partidas para pagar los cerca de RD$ 24,000 millones de los intereses de los Certificados Financieros del Banco Central, como manda la Ley Monetaria y Financiera, lo que significa que esa enorme presión de emisión monetaria caerá sobre la institución. la causa de la presión devaluatoria de finales de diciembre y principios de enero, está en el hecho de que de finales de noviembre al 26 de diciembre se redujo el monto de los Certificados emitidos en RD$ 5,915 millones, al bajar de RD$ 60,591 millones a RD$ 54,676 millones, lo que significa que se redimieron y salió a circulación esa cantidad de recursos. Sin embargo, al mismo tiempo ocurrió una enorme expansión de los préstamos y avances de liquidez del Banco Central, al aumentar de RD$ 87,044 millones a noviembre a RD$ 93,360 millones a finales de diciembre, que representa un aumento absoluto de RD$ 6,316. Esta doble expansión de liquidez de RD$ 12,235 millones, es una de la principales causas detrás de la presente devaluación, independiente de los factores especulativos y las irregularidades de las casas de cambio y agentes remesadores. Por eso, siempre advertí que lo primero que había que hacer era sacar y eliminar el cáncer de los Certificados Financieros del Banco Central, porque iban a distorsionar toda la economía monetaria y fiscal del país.

Otra causa directa de la devaluación y de la incertidumbre económica, es el grave problema de la rebatiña reeleccionista dentro del PRD, que naturalmente crea desconcierto sobre la paz futura del país. Expresó que la aparente imposición de la llamada Ley de Lemas, que atenta contra la tranquilidad democrática y Constitucional de la nación, a solo cuatro meses de las elecciones, es otro factor que agrava y deteriora la poca estabilidad y confianza que existe en el futuro inmediato de la economía y las nuevas inversiones. Señaló que de aprobarse ese nefasto anteproyecto de ley, los problemas económicos empeorarán y la gente se preocupará aún más.

Las presiones políticas neutralizan los esfuerzos de crear confianza y sosiego que realizan los miembros del Equipo Económico al negociar una salida con un nuevo Acuerdo con el FMI.

De hecho todo el país ya piensa más en las consecuencias negativas electorales de la Ley de Lemas, que de los beneficios que traerá el Acuerdo de Stand by con el FMI y los recursos de los organismos internacionales. Por lo tanto, el Acuerdo con el FMI se desempeñará sobre bases muy frágiles y el Gobierno debe hacer un gran esfuerzo para se acabe de aprobar y después para cumplirlo durante el año, pero todo parece que dependerá de las prioridades políticas reeleccionistas. Lo correcto y serio sería detener cualquier modificación ahora de la ley electoral, porque el país y la sociedad no aguantan tantos golpeos a la vez.