Por Dra. Yendy Frías- Nutrióloga Clínica/@dra.yendyfrias_nutriologa

Someternos a una evaluación para pérdida de peso siempre será un desafío. Muchas veces nos predisponemos antes de iniciar, cuestionándonos, quizás dudando. Debemos confiar que será para nuestro bien y hacerlo de una forma placentera, sin prisas, un día a la vez. Esto ayudará garantizar el éxito. Sin importar cual sea nuestro objetivo, vernos bien físicamente, por nuestra salud o por lo que nuestra mente nos proyecta, aquí es donde radica la fuerza de voluntad. Esta capacidad viene desde los tiempos de Aristóteles, convirtiéndose en una virtud de primer orden, un sentimiento que ordena nuestra propia conducta y nos hace decidir o desistir. Si tenemos claro lo que queremos, siempre buscando lo mejor para nosotros, nuestra salud y como seres humanos, nada ni nadie podrá cambiar nuestro objetivo.

El primer paso es saber lo que queremos, trazarnos una meta clara y buscar un profesional de salud capacitado que nos inspire confianza. Se comienza con la intención de hacerlo, el solo hecho de haber decidido realizar un cambio en nuestra vida, que muchas veces lo vemos como sacrificio porque nos hace salir de nuestra zona de comodidad. Debemos acompañar este deseo con la acción de aprender a controlar y a decidir aceptar el cambio. En cada proceso de la vida se nos presentarán obstáculos, tentaciones que solo nosotros podemos saber cómo enfrentar. Llegarán personas que nos apoyarán y otras nos desanimarán, pero si tenemos claro lo que queremos, lo podemos lograr. El Team del Bienestar (médico nutriólogo, psicólogo, entrenador calificado, etc.) nos darán las herramientas para lograrlo, a nosotros nos toca decidir si hacerlo o no, y tomar acción.

Una alimentación saludable para pérdida de peso siempre estará dentro de los hábitos que debemos ir adquiriendo y mantener a largo plazo. Pensar en base al largo plazo para que además de lograr nuestro objetivo de peso, podremos tener una vida saludable.

Algunos consejos que ayudarán:

Trazarnos metas concretas y medibles para poder lograrlo.

Comer saludable, una alimentación moderada, variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos, nunca es sacrificio.

Hidratarnos adecuadamente ya que es necesario para apoyar todos los procesos que ocurren en nuestro organismo. Si no estamos seguros de cuánto tomar, comenzar con ocho (8) vasos de agua (o líquidos no azucarados) al día.

Hacer ejercicio, al menos las recomendaciones mínimas- 150 minutos a la semana de actividad física intensidad moderada (caminar, nadar, montar bicicleta, bailar) y dos (2) días a la semana de ejercicio de fuerza (con mancuernas, tu propio peso, bandas elásticas y, además, mantenernos activos durante el día.

Cambiar rutinas, reunirnos con personas que nos apoyen en nuestras metas.

Visitemos a nuestro médico nutriólogo, el seguimiento es la clave para realizar cambios y orientarnos a perseverar. Visitar otros especialistas según nuestras morbilidades para mantenerlas en control.

Siempre tener presente que es todo un equipo multidisciplinario que estarán con nosotros cuando sea necesario – el Team del Bienestar – que serán parte de este proceso tan importante de nuestra vida, ayudándonos a alcanzar ese peso meta, que este sea sostenible y saludable. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a articulos@gmail.com y nos puedes encontrar en @sodonuclim.