El rumor es una manifestación que se fabrica, nace cuando no hay una respuesta categórica, creíble, que surge en medio del conflicto, cuando se desconoce lo que la opinión pública considera es una ocultación de verdad.
Ciertamente, es un arma muy importante en la larga carrera entre la verdad y la mentira, entre la falsía y la honestidad.
Se emplea para descalificar como caricatura verbal, que deja a la imaginación de cada cual la construcción de las respuestas que se buscan y no se tienen.
Es un recurso que surge de la necesidad, real o ficticia, de conocer cómo se desarrolló un hecho, cuál fue el origen de la diferencia, si hubo o no desentendimiento.
El rumor, es fruto de la ignorancia y también de la manipulación de la información, del retorcimiento de la verdad, del conocimiento de medias verdades.
Tiene la facilidad de ser creído. Lo más interesante es que el rumor tiene tantos adictos que cuando no saben nada, inventan una explicación y cuando saben sólo una parte, la completan con fantasías, malas intenciones, pesadillas.
Cuando un suceso se convierte en objeto de atención de la gente, antes que considerar, antes que aceptar cualquier desmentido, se piensa que se trata de una explicación, que ofrece parte interesada para desviar la atención de la opinión pública sobre un asunto que ha concitado la atención general.
Es interesante observar cómo se tiene mayor fe, cómo se repite el rumor con más fuerza, con mayor vehemencia. El rumor responde a la construcción, al deseo de una o varias personas para crear una versión posible, bien vestida, bien aderezada, que pueda ser aceptada como “verdad”.
Científicos han dedicado largas horas, dentro de sus estudios sobre la conducta humana, a la sicología del rumor. Ello significa que se le asigna categoría de objeto tangible, con reglas, con manifestaciones que se pueden clasificar.
Sin embargo, se puede explicar de dónde sale el rumor lo cual permite saber el origen, pero no cuándo ni cuándo corre ni hasta donde llega.
El rumor tiene, para muchos, quizá para la mayoría de la gente, tanta fuerza como la verdad. En ocasiones llega a confundir a las personas que no sólo dudan de la verdad, sino que discuten y postulan que la cierta es la versión contenida en el rumor. Tanta fuerza tiene.
La fábrica de rumores es más efectiva cuanto mayor es el impacto del suceso en la población. Los desmentidos no sacan los rumores de circulación, las explicaciones pueden contribuir a mayor confusión, a nuevos rumores.
Ya la gente tiene formada su opinión sobre lo que rodea el atentado que afectó a Big Papi, no importa lo que se diga. Esperemos que la explicación de las autoridades tenga tanto peso y arroje tanta luz que ciegue los rumores.