El vestíbulo o recibidor tiene una importancia vital para la calidad de energía que va a fluir en nuestro hogar. La función de este espacio consiste en crear un punto transitorio entre el exterior y el interior, por esto debemos prestarle mucha atención.
Si su recibidor está ubicado en el trigrama de los seres celestiales, ayudantes y benefactores, factor que favorece para incrementar el espíritu Navideño y la protección de nuestro hogar.
Podemos en la composición, incorporar un Angel que nos da la bienvenida, acompañado de angelitos que alegremente danzan al compas de su música, notas celestiales. Estos anuncian la esencia en si de lo que es La Navidad, el Nacimiento del Niño Jesús.
Lo representamos de una manera original y simple, con los personajes básicos como lo son El niño Jesús, el cual como figura principal yace dentro del gran jarrón de cristal iluminado por las estrellas que vienen siendo las luces del cono. Observando a Jesús, tenemos a La virgen María y a Jose , acompañados de la Vaca y el burro.
Asi mismo, la cruz, símbolo del Cristianismo, el pino natural que emite energía y aroma propia, complementan el montaje sobre el mueble, que junto a la mandolina tienen un gran valor sentimental, ya que es una herencia familiar de la propietaria.