La Fundación Fénix, la adicción en modernidad

La Fundación Fénix, la adicción en modernidad

JOSÉ SILIÉ RUIZ
El problema de la adición es grave a nivel mundial y nuestro país no escapa a esta cruda realidad. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas del 2005 sobre consumo de drogas en el mundo, estima que hay alrededor de 200 millones de adictos en el mundo, de los cuales 52 millones son adictos a los psicoestimulantes.

Cuando se menciona adición, se piensa de inmediato en un desaliñado o harapiento tirado en las cunetas abandonado a su propia suerte, pues no tal vez, ese encopetado compañero de labores suyo sea un adicto, o esa buena amiga, muy simpática amiga, esté bajo los efectos de la adición sin que usted lo haya notado. La definición de adición es muy difícil aún en el ámbito médico, lo que sí se acepta es que hay dependencia, cuando hay la compulsión a tomar la droga, acompañado de síntomas y signos tales como la sensación de carencia cuando no está disponible, deseo permanente de continuar usándola y acompañada de síntomas físicos cuando no está disponible.

Hay muchas drogas que cumplen estos criterios, siendo algunas más adictivas que otras. Opiáceos, alcohol, barbitúricos, cocaína, anfetaminas, LSD, Crack, marihuana, café. Si vemos de nuevo la definición, hay conductas y acciones que por igual provocan adicción, la compra compulsiva, el juego, el sexo, la comida, etc. todas relacionadas con el placer.

El placer en nuestros cerebros, es algo muy complejo es una mezcla inextricable y compleja de fisiología y psicología. El placer, la idea que se tiene de él, es que modifica considerablemente la percepción cerebral. El adicto, el toxicómano, actúa por la simple búsqueda de un placer resultante de fenómenos químicos artificiales. Resulta ilusorio hablar de libertad en un drogado o en un dependiente, convertido en esclavo de una sustancia que desequilibra su cerebro o de una conducta que él no controla, mata sus neuronas y lo constriñe a actuar en condiciones anormales. La droga, por sus propiedades intrínsecas, impide al individuo ejercitar su libre albedrío. Puede que haya drogadictos felices, pero no hay ciertamente drogadictos libres, porque el ejercicio de la libertad necesita de una relación de verdad continuada, entre el cerebro y el entorno en el que el hombre está llamado a moverse y desarrollarse. Es vital la preservación y la integridad del pensamiento para que el humano pueda ser verdaderamente libre.

El placer de todos los mamíferos, de la bestia, incluso del humano, está ligado a la actividad de estructuras cerebrales, el hipotálamo con más precisión. Pero el sueño, el amor, la fantasía, son debidos a la corteza cerebral. El hombre como tiene corteza es capaz de disfrutar de una obra de arte, de una música de Chaikosvski o de un exquisito perfume, a diferencia de la bestia que solo disfruta del placer por el placer mismo, sin complejidades ni oropeles. Cuando perdemos esa complejidad y nos centramos en la búsqueda del placer por el placer único, nos animalizamos, descendemos de la escala biológica primigenia en la que queda el hombre para igualarnos a la bestia hambrienta en busca de alimentos.

Pudiéramos filosofar largamente sobre el tema, pero la cruda realidad de la adición la graficamos en dos hechos. Un padre, que en medio de los efectos del alcohol mató a su propio hijo por error, o de una madre que vio deteriorarse progresivamente en conducta y acciones delictivas a su único hijo, hasta morir en una sobre dosis. Estos ejemplos, de lo que hay miles en el país, dan una idea de lo macabro y cruel de la acción de los que fomentan el mercado de las drogas, y por ende la adición. El manejo de la adicción no es sencillo, es multifactorial y por encima de todo muy costoso para todos, para el adicto, los familiares y los profesionales y técnicos envueltos en su manejo.

La Fundación Fénix, ya con varios años de fundada, nos invitó a una reunión con psiquiatras y psicólogos, para darnos la primicia de que muy pronto se iniciará la construcción de la parte residencial. Al momento el manejo del adicto ha sido principalmente ambulatorio. Recordamos las palabras de su Presidenta, de Doña Giralda Bustos de Imbert, hace ya algunos años en la apertura de la fundación, tenemos nosotros el alto honor de participar en el propósito desde sus inicios decía al empezar el proyecto Doña Giralda: ¨A partir de ahora, ustedes también acepten el desafío con la firme determinación que nace y se fortalece de la fe que nos motiva para creer en lo que hacemos a través de nuestra institución¨.

La Fundación Fénix, es ya toda una acreditada institución en el manejo de la adición en el país. Por edad es madura, por logros un gran éxito, por permitir que hombres y mujeres vuelvan al mundo de la libertad de vivir. Con este paso de lograr hacer una residencia para el manejo de la adicción, la hace una institución completa. Felicitamos a todo su personal, a los hombres y mujeres de la directiva, que han hecho posible el que muchos enfermos de la enfermedad de la adición logren el poder deshacerse de esa carga que resta vida porque resta libertad. En horabuena a todas y todos los que han hecho viable este proyecto salvador de vidas y de conciencias. Que sean muchos mas los logros, porque el país necesita de esos hombres y mujeres que construyen, suman, auxilian, se dan, sirven, son útiles, son los que verdaderamente importan.

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