La Gallup, Miguel y la tormenta

La Gallup, Miguel y la tormenta

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Los resultados de la encuesta Gallup-HOY dados a conocer recientemente, al parecer han dejado desconcertados a los estrategas de la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que representa el ingeniero Miguel Vargas Maldonado.

El prestigio de la firma encuestadora es en estos momentos el centro de ataques de dichos estrategas; han querido descalificarla aduciendo supuestos desaciertos en mediciones pasadas. Los números de la Gallup son tan devastadores para el Ing. Miguel Vargas, que hasta la tragedia que ha representado para el país el paso de la tormenta Olga está siendo utilizada por ese sector, con fines meramente políticos. Querer responsabilizar al gobierno de los estragos de este fenómeno de la naturaleza, es una muestra de la politiquería que tantos daños ha ocasionado al país, y una muestra también de que en el liderazgo de esa parcela política aún no ha calado la madurez suficiente para dirigir con responsabilidad los destinos de la nación; porque pretender utilizar el dolor y la desgracia de miles de dominicanos, con el único propósito de sacar ventajas políticas, es una acción que debe ser rechazada por la sociedad.

Sin lugar a dudas, el Ing. Miguel Vargas no ha despertado el interés del mercado electoral del país, y todas las mediciones que se han hecho lo sitúan en el justo porcentaje que el PRD viene sustentando en los últimos tiempos. Es más, la Gallup lo sitúa por debajo de la votación alcanzada por el agrónomo Hipólito Mejía en las pasadas elecciones presidenciales, quien obtuvo un 34% de los votos válidos emitidos, y Miguel en la encuesta de la Gallup apenas llega a un 31%, lo que significa que una franja del PPH, al parecer todavía no se identifica con su candidatura. La principal derrota que está sufriendo el candidato del PRD, no es la que le está proporcionando el candidato del PLD, que aparece puntero en todas las encuestas; es que a pesar de tener casi dos años vendiendo la idea de encabezar el próximo gobierno que surja, aún no ha sido capaz de superar el porcentaje que obtuvo Hipólito en las últimas elecciones, lo cual es mucho decir. Tanto Hipólito, con el desastroso gobierno que encabezó y que el pueblo repudió masivamente en las urnas el 16 de mayo del 2004, como Miguel con su insustancial candidatura, han degradado la aceptación del PRD en la sociedad dominicana, reduciéndola a un 30%, cuando Peña Gómez, a pesar de las embestidas que producía su origen y color, siempre la mantuvo entre un 40% y un 45%.

Por grandes y atrevidos que sean los esfuerzos que realicen los estrategas de la candidatura de Miguel, les será muy cuesta arriba superar los porcentajes que la Gallup ha presentado, porque por un lado tenemos a un candidato con un manejo excelente de las oportunidades políticas, y por el otro hay un candidato que comete torpezas como la de querer responsabilizar al gobierno de los estragos de la tormenta Olga, como si fuera el gobierno el que determinara el quehacer de la naturaleza y dirigiera el curso de sus fenómenos. Por un lado tenemos a un candidato que fue capaz junto a su gobierno de recuperar la economía del país y retornarle confianza a los agentes productivos nacionales e inversionistas extranjeros, mientras que por el otro, tenemos a un candidato que por más que quiera, no puede quitarse de encima la responsabilidad de haber compartido el peor gobierno que ha tenido la nación en las últimas décadas. Por muy buenos que sean los estrategas de Miguel, cuando el candidato no posee los atributos y cualidades personales necesarias para competir en buena lid, su trabajo no produce los resultados deseados, porque el problema no es de estrategia, es asunto del candidato.

Querer utilizar la tormenta Olga como parte de la estrategia del candidato del PRD para contener la candidatura del PLD y de esta forma pretender engavetar los resultados de la Gallup-HOY, tampoco le dará resultado, porque ¿quién está en capacidad de competir con el estado cuando surgen desgracias como éstas?

Los afectados por la tormenta no andan buscando culpables de su situación, porque bien saben que con la naturaleza nadie puede, y por tanto no prestan atención a los discursos desaforados que pretenden responsabilizar al gobierno, y por ende al candidato del PLD; lo que sí exigen y reclaman estos dominicanos es la solidaridad y el compromiso de ayudarlos a superar el mal momento por el que atraviesan, y en ese campo, nadie más que el Estado para dar mayor respuesta. No le será fácil a Miguel y al PRD superar los números que la Gallup-HOY le conceden, y no es acusaciones alegres que lo lograrán; es que Miguel no despierta interés en la población votante, pero además el huracán PPH que por cuatro años azotó al país, y del que Miguel fue parte, está muy fresco en la memoria de nuestro pueblo como para favorecer nuevamente en las urnas a uno de sus mejores exponentes.

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