La tasa de natalidad en República Dominicana ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, pasando de un promedio de 4.5 hijos por mujer en los años 60 y 70 a tan solo 1.2 en la actualidad. Según el sociólogo Cándido Mercedes, esta caída responde a profundos cambios socioculturales y económicos que han transformado la visión de la maternidad y la familia.
Mercedes advierte que, si la tendencia continúa, el país podría verse obligado a incentivar la natalidad, como ha ocurrido en Rusia y otras naciones con tasas negativas. «Estamos viviendo la época de mayor incertidumbre que la humanidad haya existido.
La aceleración de los cambios tecnológicos está impactando en los seres humanos», explica el sociólogo, señalando que el desconcierto ante el futuro influye en la decisión de no tener hijos.
A continuación, cinco factores clave que explican por qué los jóvenes optan por no tener hijos:
1. La incertidumbre sobre el futuro

Mercedes sostiene que el avance acelerado de la tecnología y los constantes cambios globales generan una sensación de incertidumbre que afecta la planificación familiar. «Muchos no saben si va a haber futuro. Es una lectura inadecuada, el futuro va a estar ahí, pero la aceleración de la tecnología es tan veloz que hay un desencuentro entre el ser humano y esa tecnología», afirma.
2. Relaciones de pareja más inestables
Las nuevas generaciones priorizan la independencia y la autonomía sobre los compromisos prolongados. Según Mercedes, esto se refleja en el aumento de divorcios en comparación con matrimonios. «Hoy en día se están divorciando más personas que las que se casan. La mujer es más independiente, está en el mercado de trabajo, busca un compañero y un proyecto de vida», explica.
3. El alto costo de la crianza
La educación privada, actividades extracurriculares y el cuidado infantil representan gastos cada vez más elevados, especialmente para la clase media y alta. «Hoy en día, criar un hijo es muy costoso. Hay que llevarlo al colegio desde que nace, luego a natación, clases de música, y el Estado no te suministra nada de eso», señala Mercedes.
4. Falta de apoyo social y familiar
En el pasado, la crianza de los niños contaba con apoyo de la comunidad y la familia extendida. Sin embargo, en la actualidad, la responsabilidad recae exclusivamente en los padres. «Antes, una vecina o una hermana ayudaban a cuidar a los niños. Hoy, todo el mundo trabaja y casi no hay guarderías públicas», comenta.
5. Cambios en la cultura y expectativas de vida
Las nuevas generaciones han redefinido sus prioridades, centrándose más en el desarrollo personal y profesional. «La generación milenial no aguanta vaina, no aguanta diferencia. Si en una relación algo no funciona, prefieren terminarla antes de comprometerse a largo plazo», explica Mercedes, destacando cómo la mentalidad ha cambiado respecto a décadas anteriores.
Esta tendencia plantea retos para el futuro del país. De mantenerse, podrían surgir políticas de incentivo a la natalidad para evitar una crisis demográfica.