“La Generación Z”

“La Generación Z”

Parte I

“Por dondequiera se habla de una generación que nos pondrá a todos a volarrrrr –grita Píndaro-… Dizque le llaman la Generación Z… Parece que la Generación del Milenio –con origen en los años 90- no ha sido suficiente y la tecnología se ha encargado de prepararnos los esquemas para que, desde el 2010 al final de la burbuja económica, ya esté formándose a toda máquina…”.
“Es una generación –continúa Píndaro-, mucho más estructurada que los que le precedimos y, según las malas lenguas, pueden llegar a ser más responsables y con mayor valor social, aunque tenga una alta dependencia de la tecnología, viviendo en lo que nosotros hemos llegado a llamar un mundo virtual… En esencia, podrían lograr mucho más que los que les hemos precedido…”.
En eso, un automóvil descapotable se acerca a la casa de Píndaro tocando bocina y haciendo todo el escándalo del mundo… En él vienen Pigli y Carlos –dos amigos de Píndaro-que han estado ‘filosofando’ largamente sobre el tema y, como sabían de la inquietud de este artículo, decidieron que sus opiniones tenían que ser emitidas…
“Hola Píndaro” –Pigli es el primero en saludar tan pronto se desmonta del carro-… Su voz es seguida de inmediato por Carlos que exclama “¡Quiúvole Píndaro!… Parece que te preocupa el que un paquete de jóvenes esté subiendo a todo lo que da…”.
“Así es –responde Píndaro-, es que vienen subiendo con un carácter definitivamente individualista y sus normas sociales están regidas por una sociedad que sólo existe para ellos en el internet… Parece no importarles las opiniones de los demás y casi ignorar conceptos como la educación y el trabajo… Aparentemente, sólo prevalece para ellos la inteligencia y la tecnología…”.
“Ante todo, Píndaro –exclama Carlos-, no soy muy asiduo y dado a poner etiquetas, en especial a las generaciones puesto que me parece que, al hacerlo, las generaciones previas están buscando una manera de evadir la autorresponsabilidad de evolucionar, gestar cambios y transiciones, y convivir con el cambio continuo del mundo, del entorno y de la sociedad… Entiendo, que estos jóvenes poseen la capacidad, en gran medida asediada por la proliferación de información en los medios en general (incluyendo redes sociales y – sobre todo – medios digitales), de crear una nueva sociedad, más responsable y más activa”.
“Esta es una generación que, para muchas cosas, ha venido ‘con el pan bajo el brazo’ –interrumpe Pigli-… El internet, que es tan importante para ellos porque es por donde más se relacionan, siempre ha estado ahí… También, las diferencias de género son menos dramáticas que para otras generaciones… Las habilidades para vivir en un mundo digital son nativas y creo que tienen una gran oportunidad para, efectivamente, preservar el bien común y lograr nuevas conquistas…”.
“Pero –cuestiona Píndaro-… ¿Creen ustedes que la Generación Z realmente ha aprendido a salir adelante con madurez?”.
El primero en responder es Carlos: “Definitivamente!… Quizás con más claridad que los millennials, puesto que tienen una visión más realista de la vida y de los sucesos, a la vez que su conexión digital innata los ayuda a comprender que las “viejas generaciones” están creando y manejando un mundo divorciado de la realidad”… Con inquietud, Pigli puntualiza: “Creo que, con esto, hay que salirse un poquito del camino de los teóricos… La verdad es, que esta generación aún se está desarrollando y no ha conseguido nada más que potencial… pero, en eso es riquísima… La Inteligencia (también se les conoce como los iGen, o Intelligent Generation) crea oportunidades y está en nosotros sus predecesores inculcar los valores correctos en ellos… Cada generación, es una enana en los hombros del gran gigante que representan las generaciones anteriores”.
“¡¡¡Esto, se pone cada vez más bueno!!! –exclama Píndaro, y pregunta: Por qué no nos vemos en quince días y retomamos el tema?”…. Todos, al unísono –incluyendo Usted amigo lector- apoya la idea y se compromete a leer la próxima entrega.

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