La geografía física, importancia de su estudio

La geografía física, importancia de su estudio

Analizar el territorio y sus macro- regiones es conocer 1º la estructura de un espacio que es un soporte físico (cordillera, llanura y ríos) a una serie de asentamientos humanos con sus interrelaciones y actividades y las transformaciones espaciales que conllevan a una jerarquización funcional y a conexiones entre los distintos elementos del territorio: eso implica que debemos estudiar también de manera sincrónica y diacrónica, 2º el medio natural o físico, señalando la dinámica de su geología, hidrología, pedología y climatología- Con su conocimiento establecemos la dinámica del paisaje, sus potencialidades y deficiencias existentes, con sus repercusiones económicas para así formular las líneas básicas de la política territorial: ordenamiento. Localización incluso de las inversiones. Esas investigaciones son imprescindibles para entender la geomorfología cambiante y dinámica de los relieves, sobre todo, costeros en particular en toda la costa Norte y Este de Dominicana, desde la Bahía de Montecristi hasta la de Samaná donde la línea de costa es dinámica, fluctuante y donde los ríos aportan tantos sedimentos que modelan la Costa, la modifica con “flechas” y después, al cerrarse, con lagunas imprescindibles para el equilibrio natural y la seguridad de las poblaciones. (Cortesito, Bávaro, Nagua). Esto será seguido de un Ordenamiento territorial que debe regular, orientar, fomentar, controlar las actividades de los individuos y grupos humanos, de modo que los efectos negativos que puedan surgir, se reduzcan al mínimo, contrario a lo que hace Obras Públicas en la actualidad, donde encima de los pasivos legados por las tormentas Hortensia (1996), Jeanne (2004) arranca con una larga lista de re-construcciones que otros ciclones vendrán a destruir por falta de estudios serios sobre las condiciones físico-sociales del Este, en particular. La Ordenación del Territorio es el conocimiento de las características del medio físico y valorar esos recursos naturales para determinar sus posibles usos, fijando prioridades, limitaciones, etc. Lo ocurrido con el río Yeguada, Soco y El Cedro no es fortuito: los cambios en el paisaje con intervenciones y ocupaciones humanas son las que inducen a esas inundaciones y por las localizaciones imprudentes -y casi todas, forzadas por la estructura de la tenencia de la tierra, en el Este,-estas golpean a los más pobres y agravan aún más, la pobreza de El Seibo. Se trata por lo tanto de controlar la propiedad de la Tierra, para controlar las localizaciones de la gente y sus actividades, de integrar la planificación del medio físico con la socio-económica y la calidad de vida de la gente en los distintos ámbitos territoriales y regionales y su integración en el sistema municipal carente hasta hoy, de Poder. Villa Guerrero, en El Seibo, el reflujo campesino en la Cordillera Oriental, la urbanización lineal y vial del Seibo, las riberas ocupadas del Soco, del Duey, de El Cedro, nos lo demuestran: en esa región, el principal problema, no son los ríos.

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