La Gleba: un enfoque conceptual

La Gleba: un enfoque conceptual

Virgilio M. Malagón Álvarez

El peyorativismo moderno enclava la identidad social de la Gleba como algo deleznable, típico de los desposeídos de nuestra sociedad.

Sin embargo, este concepto socio político, entraña mas que un sentir perjudicado de un accionar muy común en nuestra sociedad.

La Gleba como tal, es a veces una conceptualización amorfa, que se esgrime cuando los irredentos reclaman sus derechos universales de la subsistencia.

El pensamiento político y social la ha tratado, desde un plano conceptual de diferentes maneras. Veamos:

John Locke, pensador del siglo 17, nos indicaba que el deseo natural del homo sapiens es alcanzar el placer, evitando el dolor, a través de una búsqueda incesante, mediante la utilización de cualquier comportamiento social; sea este cónsone o reñido con las buenas costumbres. De ahí que El insistía que la educación, domestica y académica, era fundamental para moldear esas actitudes de supervivencia e impulsivas.

Este es un factor de suma importancia debido a que las naciones, por  motivaciones exógenas o endógenas, siempre se han quedado muy parcas en lo referente a la universalidad de la educación. Esto trae un secuencial generacional negativo donde las generaciones precedentes no pueden educar a sus descendientes de manera comprensiva y cognoscitiva. Los padres o tutores no tienen las competencias generacionales, para entender el entramado educativo moderno, que demanda amplios conocimientos y experiencia vivida. Sólo pueden transmitir sus conocimientos dentro de un marco conceptual falto de actualización y reo del pasado.

Dentro de este esquema general, impacta inmisericordemente, el Hábitat Social, donde se desarrollan los eventos domésticos, que de una manera contundente, moldean las conductas sociales  y antisociales de un amplio espectro de la población.

En el quintil superior de los ingresos domésticos, los padres o tutores,  pueden ofrecerles a sus hijos cierto nivel de competencias, siempre y cuando estos hayan cursado estudios profesionales o técnicos, que puedan coadyuvar al proceso de formación de  sus hijos.

Sin embargo, el transitar por la academia no garantiza el forjamiento, de estos padres y tutores, de una conducta proba y moral.

Si estos crecieron en un ambiente corporativo, donde todo se vale en pos del patrimonio familiar, entonces sus descendientes asimilaran esta filosofía y la sumaran a sus conocimientos académicos, lo que potencializa un comportamiento antisocial a través del culto al oropel y a la explotación de aquellos que le sirven. En otras palabras, el surgimiento de la Gleba Elitista.

Volteando la página, tenemos el escenario de aquellos menos favorecidos que viven acinados y confinados en guetos urbanos y morales, donde el paradigma de la supervivencia es: Vive Hoy, porque el Mañana está por venir.

Este amplio espectro, de por si mayoritario, es el epitome peyorativo de las clases acomodadas de nuestra sociedad. Estos Irredentos, como los tildara el estadista Joaquín Balaguer Ricardo, son la ¨Gleba¨ atizonadora de los estados de desobediencia civil y sus  manifestaciones burdas de la misma.

En un hogar, donde los padres y tutores tienen una escasa educación primaria y donde además, tienen que lidiar con un entorno hostil, se convierten en el referencial inmediato de sus descendientes más cercanos.

 Esto crea un ambiente de supervivencia regido por la máxima de ¨Sálvese Quien Pueda¨.

Esta máxima lapidaria es lo que etiqueta el accionar social de la ¨Gleba¨, dentro de un ostracismo cruel y excluyente. De ahí el comportamiento desaprensivo ante esta cruel Pandemia.

La raíz del problema no es etiquetarlos como la ¨Gleba¨, si no entender que el problema es estructural. Esta conceptualización también se aplica  a esa Gleba de nuevos ricos, que solo se diferencia de la anterior, en las fortunas que amasan y manejan.

Creo que ha llegado el momento de aceptar, con resignación, que el sistema educativo dominicano en nada ha sido integral. Esto así, porque NO ha incorporado a los padres y tutores en el proceso de ¨Desglebalización¨.

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