La globalización del  chile mexicano

La globalización del  chile mexicano

Por el  rico sabor que el chile le aporta a los platos éste se ha apoderado de la cocina mundial

Existen personas que les gusta sentir el picor en sus comidas, otras son más conservadoras y prefieren mantener un sazón neutro al momento de preparar y consumir sus alimentos.

El Capsicum o Chile es originario de México, en donde por tradición es uno de los ingredientes principales de la comida criolla del país hermano. Durante su descubrimiento por los españoles en la época de la colonización éste se difundió rápidamente. Una vez aclimatado, se acostumbraron a secarlo, molerlo y usarlo para condimentar y dar color a diferentes clases de platos. Ya a mediados del siglo XVI se cultivaban plantas de chile en Italia, Alemania e Inglaterra.

El género Capsicum comprende varias especies de plantas emparentadas con el tomate, oriundas del continente Americano; sus frutos llamados ají, chile, morrón o pimiento se consumen en diferentes preparaciones y se emplean como base para colorantes en alimentos y cosméticos.

En cuanto a sus formas y colores esto dependerá a la variedad, puede ser cúbico, cómico o esférico. De interior hueco, está dividido en dos o cuatro costillas verticales interiores que portan las semillas, de color amarillo pálido salvo el C. pubescens, que las presenta negras. Sin embargo, la mayor cantidad de semillas se aloja en la parte superior, junto al tallo. La carnosidad del pimiento también varía según la especie.

Por sus múltiples virtudes el chile se ha apoderado de la cocina mundial revolucionando la gastronomía de los pueblos mediterráneos. El ají americano transformó la cocina de China, India e Indonesia: tal fue su aclimatación que en muchos si-

-Tios de África y de la India se cree que el ají y el pimiento son originarios de esas regiones.

Omelette mexicana al amanecer

Ingredientes:

3 huevos

Cebollín al gusto

Champiñones

1/2 aguacate Haas

 Queso rallado

Sal y pimienta al gusto

4 rajaditas de chile jalapeño en vinagre

2 oz. de margarina

Preparación:

Coloque los huevos en un bol y bata constantemente hasta que tenga un textura espesa. En una sartén de teflón, sofría con margarina todos los ingredientes menos los huevos. En una sartén aparte, haga  el omelette de huevos. Una vez cocidos, puede añadir los ingredientes sofritos. Ya listo puede  agregar el queso rallado, y doblar el omelette a la mitad. Este es un plato ideal para un desayuno o para un almuerzo ligero. Por su fácil y rápida preparación es ideal para aquellos que no tienen tiempo.

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