La gran celebración del Conservatorio

La gran celebración del Conservatorio

La sala Juan Francisco García del Conservatorio Nacional de Música fue el escenario donde la noche del 15 del mes en curso se culminó la celebración del 72 aniversario de la fundación de esta institución musical.

El Coro de Cellos y la Orquesta Sinfónica Juan Pablo Duarte, integrados por estudiantes del Conservatorio, fueron los protagonistas.

Al presentar el concierto, la directora del Conservatorio, María Irene Blanco, había anunciado un concierto memorable, a la altura de la ocasión.

El Coro de Cellos, bajo la dirección del maestro Slobodan Veljkovic, y la Orquesta Sinfónica Juan Pablo Duarte, dirigida por el maestro Dante Cucurullo, no defraudaron a Blanco. Fue una noche de cellos, violines y solistas brillantes.

El espectáculo abrió con el Requiem para tres cellos y piano en la mayor, Op.66, de David Popper, interpretado por Claudio Reyes, Nulibeth Ortiz, Fairuz Issa y Herichandra Solano al piano.

Continuó con Carmen Fantasie para cinco cellos, de George Bizet. En este número se agregaron los cellos Guillermo Gómez y Adriana Garcell.

El Coro de Cellos cerró con Bachianas Brasileiras No.5 I-Aria (Cantilena), en la menor, de Heitor Villa-Lobos, pieza a la que se sumaron el profesor Slobodan, quien en ocasiones dirigía y en otras acompañaba; Madeline Rodríguez, Natalie Mora y Bianka Ramos.

Entra la Sinfónica. Después de una breve pausa, en la que se prepara el escenario, la Orquesta Sinfónica Juan Pablo Duarte inició con Introducción y Rondó Caprichoso en la menor, del francés Charles Camille Saint-Säens. Dos atractivos en este número: la orquesta la dirige su concertino, Eric Dalmau Aguiló, y el solista es el joven Miguel Alejando Ortega Arias, quien a sus 14 años parece un profesional. Ambas actuaciones magistrales.

A continuación toma la batuta el maestro Dante Cucurullo para dirigir el Preludio y Allegro “En el estilo de Pugnani” en sol mayor, para violín y cuerdas, de Fritz Krer. Scarlett Michelle Martínez Morel se crece aquí como solista.

Jules Massenett aporta el siguiente número con su famosa Meditación, de la ópera Thais, en re mayor, arreglo de Cristhopher Fazzi, con una brillante actuación de la solista Leidy Franchesca Rodríguez Queiro.

Y para cerrar, Alberto Ginastera con sus danzas del ballet “Estancia”, en do mayor, cuatro movimientos: Los trabajadores agrícolas, Danza del trigo, Los peones de hacienda y Danza final “Malambo”.

Un final excitante al que el público correspondió con una gran ovación, poniéndose de pie mientras aplaudía entusiasmado durante varios minutos.

Maestros del CNM, profesores retirados, padres, familiares y amigos de los estudiantes constituyeron el grueso del auditorio. Notoria fue la ausencia de autoridades del Ministerio de Cultura. Se perdieron un gran espectáculo.

“En estos 72 años, el Conservatorio Nacional de Música ha cumplido su misión formando los músicos que necesita la patria”, dijo emocionada la profesora Blanco. Además, agregó: “Ahora tenemos que seguir luchando por mejorar las condiciones, para lograr que los músicos no tengan que estudiar otras profesiones, otros oficios, para poder vivir dignamente”.

El Conservatorio Nacional de Música fue fundado el 12 de febrero de 1942 como institución de enseñanza superior de la música. Sustituyó al antiguo Liceo Musical del eminente músico José de Jesús Ravelo.

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