La gran disyuntiva del PRD

La gran disyuntiva del PRD

La semana pasada escribí sobre la disyuntiva de los partidos de oposición en cuanto a su participación o no en las discusiones de los proyectos que tiene por delante el país, y su posible participación en la escogencia de los organismos judiciales, electorales, etc. También me referí a partidos que habiendo sido opositores tradicionales, hoy se encuentran aliados al gobierno. En tal sentido, un distinguido profesional de la medicina me escribió, insinuándome que trate acerca de la gran disyuntiva que podría confrontar el PRD a partir del 16 de agosto.
El PRD, no a partir del 16 de agosto, sino desde ya, tiene por delante una situación bien compleja, que si para los perredeístas resulta complicado dilucidar, mucho más para los que nos mantenemos al margen del partidismo. Sin embargo, no deja de ser un tema interesante por tratarse del más viejo partido de la tradición democrática criolla.
El PRD tendrá que determinar su rol con vista al futuro, si es que pretenden constituirse en algo más que un pequeño partido bisagra. Porque es evidente, por lo que se lee y escucha, que hay dirigentes perredeístas que tienen la fe cifrada en participar en el gobierno, mientras otros entienden que dicha organización debe retornar a su posición de partido opositor. Todo va a depender de lo que ocurra en sus filas, sobre todo, en cuanto a quienes dirijan dicha organización.
Ya sea que continúe en las manos de los actuales dirigentes, o que se produzca un relevo dirigencial, forzado o pactado.
Digo esto, puesto que probablemente su participación en el gobierno que se iniciará en unos meses, pudiera no ser de la magnitud que los dirigentes que se quedaron en dicha organización estén pensando, ni tampoco pueda satisfacer los anhelos de los que regresaron a sus filas al final de la campaña.
Sin embargo, algunos entienden que el objetivo principal de la mayoría de los que regresaron al PRD, disgustados con dirigentes del PRM por cuestiones de cargos o postulaciones, junto a los que se quedaron en su vieja casa, era el de impedir el triunfo de Abinader y el crecimiento de la nueva organización.
O sea, que la situación del PRD no es fácil de predecir en este momento. Mucho va a depender de la magnitud de las complacencias o de las inconformidades. Podría decirse incluso que podría depender de la generosidad o magnanimidad que tenga el Presidente Medina con dicha organización, y de la cantidad de gente que pudiera ir al gobierno. También podría depender de la inteligencia y tacto con que actúen los dirigentes inconformes.
Pero no se debe ignorar el PERREDEMEISMO que se observa entre dirigentes y militantes del PRD y el PRM. Están en casas diferentes, pero siguen conectados y actuando de forma parecida.
Por tal razón, dentro del análisis que pudiera hacerse acerca del futuro del PRD y su disyuntiva, habría que tomar en cuenta los factores señalados anteriormente, así como también ligarlo al futuro del PRM. Porque en el fondo, todavía sus destinos están emocionalmente ligados.

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