Independientemente de lo que algunos dirigentes reformistas puedan argumentar sobre el papel que jugaron en las pasadas elecciones, sería recomendable que se detengan a estudiar pormenorizadamente los resultados que obtuvieron como partido, para que luego determinen la conveniencia o no de implementar dentro del PRSC una reingeniería total o algún cambio de estrategia y evitar colocarse ante una encrucijada difícil.
De acuerdo a los números oficiales, el PRSC lució bastante frágil en el reciente proceso electoral y podrían verse peor en contiendas futuras, ya que ningún partido sin presencia fuerte o determinante en las localidades más importantes del país tiene grandes posibilidades, no importa quien diga lo contrario.
Según el último boletín, en las principales ciudades del país los porcentajes de votación del PRSC fueron: Distrito Nacional 1,7%; Santo Domingo Este 1.6%, Norte 1.1% y Oeste 1.2%; La Vega 2.4; Moca 1.2%; Nagua 1.4%; Puerto Plata 2.9%; San Cristóbal 1.5%; San Francisco de Macorís 2.5%; San Juan de la Maguana 1.4%; San Pedro de Macorís 1.1%; Monte Plata 1.5%; Salcedo 0.78%; Baní 2%; Barahona 2%; Hato Mayor 2.9%.
Solo en Higüey y La Romana sacaron votos determinantes, y aunque en Santiago, Cotuí, Mao, Samaná y Comendador obtuvieron porcentajes de dos cifras, fueron minoritarios frente a los dos grandes partidos.
De una votación total de 6.17%, entre La Altagracia, La Romana, Santiago y La Vega obtuvieron el 2.75%, o sea, que en el resto del país solo lograron el 3.41%.
Pero hay otro dado más revelador aún, pues en 42 Municipios del país obtuvieron porcentajes por debajo de los que algunos denominan partidos minoritarios entre ellos: APD, BIS, FNP, UDC, MODA.
La dirigencia reformistas debería comprender que la mayoría de su militancia como gran parte de la población luce confundida, pues no sabe realmente si sus líderes están en el PRSC o el PLD.
Mientras solo algunos dirigentes se identifican con su partido, los demás andan tratando de resolver sus problemas o confundiéndose con el gobierno, y es lógico que eso contribuya a crear la percepción generalizada de que son la misma cosa.
Una opción que según se dice están estudiando algunos dirigentes, es la fusión definitiva con el PLD, tratando de repetir la historia de los Socialcristianos cuando se fusionaron con los Reformistas, pero deberían tener presente al asumir esa responsabilidad, las experiencias que la historia les enseñó, pues no llegaron a ser ni fu ni fa.
Pero si el PRSC pretende realmente volver a ser un partido con alguna posibilidad y no una sigla al servicio del gobierno o en beneficio de un grupito, lo recomendable y lógico sería diferenciarse y abandonar, como dice un político español recordando a Don Quijote, la vocación de algunos dirigentes de Mozas del Partido, porque a causa de eso, cada vez son más los que se están sentando debajo de una mata esperando que les caigan los frutos, blancos o morados, siguiendo viejas enseñanzas.