“Vístete de gratitud como si fuera una túnica,

y alimentará cada esquina de tu vida.”

Rumí

La gratitud es el arte de saborear la vida con agrado. El agradecimiento es un extraordinario modo de oración. Por medio de la gratitud, se puede crear una base firme sobre la cual es posible construir una vida útil, próspera, y consciente. Ser agradecidos es un acto de responsabilidad sobre uno mismo.

Decir gracias es mucho más que cortesía. Quienes tienen dificultad para agradecer muestran que viven sin espiritualidad, sin conciencia y de espalda al misterio de la existencia. Para quienes están conscientes de su espiritualidad, agradecer es incrementar la intensidad de la vida y expandirla por amor.

Una de mis escritoras favoritas es la estadounidense Melody Beattie. Melody ha publicado con éxito más de catorce libros y gran cantidad de artículos en periódicos y revistas, sin embargo su historia fue marcada por el dolor desde muy temprana edad.

Su padre abandonó el hogar cuando ella era una bebé. A los 4 años fue secuestrada por un extraño. Sufrió abusos sexuales de un vecino durante toda su adolescencia. Antes de los 13 años fue alcohólica, y a los 18 era drogadicta.

Perteneció a «La mafia de Minnesota» con la que hizo varios robos de sustancias controladas en farmacias. Después de varios arrestos, un juez le ordenó ingresar a un programa de desintoxicación o cumpliría condena en la cárcel.

Tras ocho meses de tratamiento, Melody dejó el hospital limpia y con un propósito de vida: ayudar a otros a vivir en sobriedad. Acerca del agradecimiento, Beattie dice:”La gratitud es la llave de la plenitud vital. Consigue que lo que tenemos nos baste y nos sobre. Convierte la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Puede hacer de una comida un festín, de una casa un hogar, de un desconocido un amigo. La gratitud da sentido a nuestro pasado, trae la paz al presente y crea perspectiva de futuro».

La pregunta es: ¿Qué hace que personas que han tenido una vida más afortunada no consigan conectar con su misión? Un estudio del Dr. Robert Emmons, de la Universidad de California en Davis y el Dr. Michael McCollough de la Southern Methodist University en Dallas, Texas indica que el ejercicio diario de la gratitud provoca un incremento en la lucidez mental, entusiasmo, determinación, optimismo y energía.

Además, el grupo que expresó gratitud experimentó mayor tendencia a ayudar a los demás, ejercitar con mayor regularidad y hacer más progresos hacia sus objetivos personales. Según los resultados, las personas que se sienten agradecidas tienen también más probabilidades de sentirse amadas. McCollough y Emmons también notaron que la gratitud alienta a un ciclo positivo de bondad recíproca entre las personas.

Cuando se han perdido partes del alma, el decaimiento y la falta de energía te pueden arrojar a un círculo vicioso de descontento, queja, critica, miedo, negatividad y falta de agradecimiento que te robará las fuerzas. Ser agradecido y conectarte con la alegría interior es una de las claves para nutrir tu alma.

Según el Oxford English Dictionary el alma es “el principio de la vida”, la esencia vital. Los traumas (incesto, abuso, muerte de un ser querido, cirugía, accidentes, enfermedad, aborto, estrés provocado por la guerra o las adicciones) hacen que perdamos partes del alma. Cuando experimentamos un trauma, una parte de nuestra esencia vital se separa de nosotros, para sobrevivir a la experiencia y manejar el impacto de la pena.

La pérdida de alma deja a las personas sin pasión, gozo ni plenitud de vida. Por muy difícil que parezca agradecer situaciones trágicas, dolorosas o difíciles, decir«gracias» nos abre a la magia de la vida y nos pone en contacto con innumerables bendiciones.

Agradecer en tiempos de pruebas o dificultad, especialmente cuando has tenido pérdidas de alma, te conecta con tu valor interno y con la parte tuya que consiente a que lo divino actúe en ti. El gran agradecimiento, como le llaman los chamanes, es una puerta de acceso hacia el mundo superior invisible, donde estamos sanos y enteros.

Dar las gracias a alguien es purificar el espacio que existe entre tú y esa otra persona. El agradecimiento abre la puerta a la bendición para uno mismo y para otros, y puede servir de defensa contra las fuerzas de la oscuridad que tratan de interferir en nuestras vidas.

Quien sabe cómo agradecer a la inteligencia de los cielos, que conoce el sentido de cada cosa que nos ocurre, halla dirección en su travesía por la vida. El agradecimiento es una luz que ilumina con la sabiduría. La palabra «gracias» es un puente que une al cielo y la tierra. El ser humano que lleva el cielo y la tierra dentro de sí mismo, sólo atrae Luz.