POR MARGARITA QUIROZ
Varios días en cama, ausencia laboral y escolar, incremento en las consultas médicas… ¡Uffff!, y todo producto de la terrible gripe de fin de año. Sí, así como lo leen. Este fin de año, el molestoso virus de la gripe saca su cara más fea, y mete a la cama a muchos dominicanos.

Altas temperaturas, malestares musculares, molestosa e insistente tos, goteo de la nariz, rostro pálido o sonrojado y fuerte dolor de cabeza; ese es el cuadro, el cual, según algunos afectados, aparece “de un momento a otro”, y ataca no sólo a la población más vulnerable (niños, ancianos, asmáticos…), sino también a los más fortachones.

A diferencia de otras temporadas, y  otros finales de año, los casos se han incrementado entre un 30% a un 40%, a juicio del presidente de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, Eduardo Gautreau de Windt, quien es además presidente de la Federación Centroamericana y del Caribe de Neumología y Cirugía del Tórax.

La gripe es una enfermedad infecciosa viral de fácil contagio, de la que existe más de 130 mutaciones. Su efecto es sistémico, o sea que afecta a todo el organismo.

Éste es uno de los padecimientos más peligrosos y que más estragos ha causado a lo largo de la historia de la humanidad, a pesar de que, debido a lo común de la dolencia, las personas tienden a no darle mucha importancia.

Una gripe, explica Gautreau de Windt, no puede durar más de cinco a siete días, de lo contrario el cuadro se complica, con una neumonía o bronquitis, así como con una afección de las vías respiratorias altas (nariz, garganta) sinusitis, laringitis, o faringitis. Es decir que si no hay fiebre y malestar general, entonces no es gripe, apunta el especialista.

El incremento de los casos es debido, como bien dice Gautreau de Windt, a los grandes cúmulos de basura, a la contaminación ambiental y al cambio de temperatura.

“Si el país contara con las condiciones higiénicas adecuadas, a nivel de la población, el efecto de la gripe fuera menos devastador, pero si arriba de esto le agregamos mucha basura, malos olores, aguas negras estancadas y cambio de temperatura, entonces se convierte en una bomba de tiempo”, dice.

De ahí la importancia de que el afectado asista al médico para así evaluar su cuadro y establecer con la clínica y los análisis de laboratorio si es gripe u otra cosa.

Actualmente la gripe se clasifica en tres grandes grupos: A, B y C. La A es la más frecuente y de mayor gravedad, además se conoce por su “inteligencia” ya  que no se comporta igual. La B es la más estable y leve, parecida a un catarro fuerte y la C es la menos común y débil.

Éstas son clasificaciones científicas, pero como bien se sabe, el dominicano tiende a bautizar cada brote. Para algunos, éste incluso vino con apellido incluido. ¡Dizque le llaman “reforma fiscal”! 

La diferencia

De acuerdo al especialista, el 90% de la población infantil del país se ve afectada por gripe viral, en tanto en los adultos el panorama cambia, por lo que hay más casos de afecciones bacterianas. 

Las afecciones bacterianas duran más tiempo que las virales. Un cuadro viral es más aparatoso cuando comienza, pero dura menos tiempo; el bacteriano es más lento para comenzar, pero ataca por más tiempo al paciente y puede tener consecuencias mayores.

Entonces, ¿cómo el especialista hace la diferencia?, se pregunta Gautreau de Windt, al tiempo que contesta: con análisis y  radiografía.

“Con un cuadro de gripe los análisis salen normales; de lo contrario, si éste se complica, las proteínas se alteran y los estudios también”.

Asimismo, si hay mucosidad amarilla o verde estamos hablando de una rinofaringitis o una rinosinusitis, en tanto si hay alteración de la voz  es una rinolaringitis.

Al no existir un medicamento eficaz, las prescripciones a seguir son las siguientes: asistir de inmediato al médico, tomar mucho líquido, reposar y no automedicarse. El tratamiento en niños y adultos es prácticamente igual.