Un gran legado histórico de la Guerra de Abril ha sido que nos dejó como aporte patriótico a cuatro héroes nacionales militares (aparte de los héroes civiles). Títulos otorgados por Ley del Congreso Nacional de la República a los siguientes oficiales:
Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, egresado de la Academia Naval, M. de G.; coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, egresado de la Academia Naval, M. de G.; coronel Manuel Ramón Montes Arache, egresado de la Academia Naval, M. de G.; coronel Juan Lora Fernández, egresado de la Academia Militar, Ejército Nacional.
La conciencia patriótica ciudadana, que nace del profundo amor a la patria, juzgó los hechos de Abril 65 y los ha sabido colocar en la justa dimensión de los más altos merecimientos de los defensores del patriotismo, del honor y el decoro de la dominicanidad. Cuando nos preguntamos ¿por qué lucharon y ofrendaron sus vidas tantos dominicanos? ¿Por riquezas, por el poder sin patria o por ostentar altas posiciones estatales? Simplemente, sus luchas fueron por las mismas glorias nacionales que nos dejaron como legado los Padres fundadores, los héroes y mártires que derramaron su sangre por la Independencia Nacional.
Hace aproximadamente una década, el Vicealmirante Montes Arache y nosotros conversábamos sobre la Guerra de Abril en su residencia y nos decía que en una ocasión fue invitado junto a otros oficiales a la conmemoración del Día de los Veteranos de la Segunda Guerra Mundial, en Francia, y que el recuerdo de aquél magnífico evento lo marcó emocionalmente. Explicaba cómo aquel pueblo agradecido rendía honores a esos militares casi con devoción; la gratitud de esos compatriotas ha colocado a esos héroes en la cima de las glorias, los aman por ser forjadores y defensores de su libertad, de su independencia y de su soberanía.
Cuando nos narraba tan emocionante experiencia, nosotros le decíamos que los pueblos son dueños de la sabiduría de juzgar con rigor la vida y los hechos de los hombres y mujeres que coexisten y conviven en una misma época, en una comunidad, y con expresiones un poco clásicas le afirmamos que los constitucionalistas, perseguidos militar, política y económicamente por décadas, algún día serán exaltados por el espíritu patrio y les serán ceñidas en sus frentes las coronas de laureles de la gloria para la eternidad.
No se hizo esperar nuestro sincero deseo y se convirtió en realidad cuando la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) comienza a interesarse y difundir los hechos de Abril del 1965. Nos concedió a todos los militares constitucionalistas el reconocimiento de haber sido los defensores de la libertad y la democracia del pueblo dominicano. En el presente se celebran eventos conmemorativos en los aniversarios de Abril del 65, se esculpen bustos de los héroes y son colocados en la Plaza 24 de Abril, en el campus de ese alto centro de estudios. Otras instituciones oficiales como la Comisión de Efemérides Patrias y el propio gobierno dominicano permitió y dio apoyo a todas estas iniciativas.
El Presidente de la República, Doctor Leonel Fernández, el 24 de abril del 2010, al cumplirse el 45 aniversario de esta epopeya bélica, decretó los ascensos a un gran número de oficiales, clases y alistados de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional constitucionalistas. En la ocasión, pronunció un discurso de antología frente a esos militares, en el Ministerio de las Fuerzas Armadas, valorando los hechos y colocándolos en los anales de la Historia de América como modelo y paradigma en la defensa de la voluntad popular y de la autodeterminación de los pueblos libres.
Se coronan todos esos grandes homenajes con cuatro leyes especiales, promulgadas por el Congreso Nacional, elevando a Héroes de la Patria a los oficiales mencionados en el primer párrafo de este escrito, y con ello colocan simbólicamente en nuestro pecho las medallas del honor militar, a todos y cada uno de los combatientes de la Guerra de Abril del 65, civiles y militares; para que se perpetúe en el tiempo y en el espacio y sirva de ejemplo y de enseñanza a las presentes y futuras generaciones de latinoamericanos.