RAFAEL PERCIVAL
La guerra fría, el terrorismo, los conflictos de intereses, las guerras de civilizaciones asimétricas,son la principal amenaza de hoy; no solo en el campo militar a la seguridad colectiva del país y las inconveniencias proveniente del tercer mundo. Que en algunos casos, es de no saber explotar sus recursos.
Un tercer mundo desestabilizado por las crecientes desigualdades económicas y sociales, por las reivindicaciones que ella esgrime a todo pulmón y de lo más profundo del océano, por el fanatismo religioso, y los conflictos étnicos, del crecimiento demográfico y la degradación del medio ambiente o directamente al desastre ecológico por no tener otras de fuentes alternativas.
Los intereses de los Thinking Tank o Señores de la Guerras, están enmarcados a los Estados o Coaliciones contra redes, o Coaliciones situados fuera del nuevo Orden Mundial, del otrora poderoso comunismo soviético. El poder duro de los Estados Unidos de América, es sin lugar a duda, el país más poderoso del Planeta. Con la riqueza y medios inconmensurable. Pero los conflictos de la era global amenazan con extenderse. El Islamismo religioso, el Budismo, el taoísmo su poder, su convicción y doctrina bien arraigada con alcance en las manos a las Peligrosas Armas de Destrucción masiva en ocasiones para hacerse respetar como en el caso de: Corea del norte, China e Irán y, de tan variados matices como señala Fracis Fukuyama en «el fin de la historia».
En la guerra fría los conflictos eran ideológico, y en la post guerra fría son por el control y explotación de los recursos agua, piedras preciosas, minerales,uranio, drogas, petróleo y gas natural.
Señalado por Halford Mackinder en su análisis geopolítico de su trabajo trascendental del sistema mundial cerrado.
El proceso que nos referimos con un corte transversal, en el momento del estudio, de una larga lucha histórica entre dos grandes corrientes del pensamiento y las acciones de los pueblos. De los gobernantes y de sus pensadores. De las naciones pequeñas y grandes.
Se trata de la lucha entre los que desean un mundo participativo y abierto. y los que desean uno cerrado.
Es como si dijéramos, la lucha entre democracia y dictadura. Viene desde esa democracia anárquica que fue la época primitiva pre-histórica. En que los hombres y mujeres no atendían más que a hacer sus sembrados para alimentarse y refugiarse, a cazar susbestias para comer y abrigarse. Luego una horda entró en terreno de la ajena, con mayor fuerza, con mayor capacidad de lucha, y la dominó. Ahí, puso en crisisel régimen de la comunidad primitiva y pereció laprimera democracia del hombre. Empezó la esclavitud.
Una larga historia de combate entre los pueblos poderosos dominando a los débiles. Los grupos y familias con los mejores terrenos y ganado esclavizando a los que no los tenían. Esa lucha tomó en ocasiones matices religiosos, económicos, étnicas, raciales, territoriales, geográfico, hasta familiar.
La lucha derrumbó este sistema y dio pie a unos nuevos, que fue el feudalismo, en que ambos sectores siguieron enfrentándose amo y el esclavo, pasaron a llamarse el señor y el siervo. Antes, la cual la gente estaba atada al amo. Ahora está atada a la gleba o la tierra. Los hijos, los hermanos, los allegados, los
objetos, animales, y todo lo que pertenezca al siervo, pertenece a su señor. Hasta su mujer es propiedad del señor. Pero, en todas estas épocas como siempre, había hombres y mujeres valientes que luchaban por abrir pasos a una existencia superior, a un mundo más humano y donde se tomara más en cuenta la opinión y la libertad de la totalidad de los que conforman el conglomerado social del mundo.
Fue bajo una lucha feroz y bajo esa lucha cruel, con mucha sangre corriendo sobre el orbe, se dieron estos
cambios en el mundo. Por lo tanto, no hay dudas de que la humanidad avanzaba hacia estados cada vez superiores de existencia, a mundo más abiertos, más humanos, más participativos, más democráticos. Es así, como llegamos al sistema que vivimos hoy, el del comercio y el intercambio entre los pueblos, donde lo que se privilegia no es ya la sangre noble o el color o raza de la gente, sino su capacidad para producir y comercializar bienes y riquezas. Es el sistema económico que da como resultado el más alto nivel de democracia que hemos conocido en el hemisferio sur y en la ex URSS, la conflictividad heredada de la guerra fría con los efectos de una globalización, que esta generando una creciente y brutal desigualdad económica y social. Las tres cuarta partes de la humanidad están condenadas a una pobreza y a una miseria extrema e insoportable creando lo que nosotros llamamos el Chernóbil Globalizante.
Por este camino llegamos al principios del siglo XX, específicamente al 1914,ese proceso de lucha entre los que desean un mundo abierto y los que lo quieren cerrado, se enfrentan, y triunfan los que quieren lademocracia, la apertura, la convivencia participativa entre los hombres y mujeres crearon la Sociedad de Naciones. Ya lo habían hecho en Westfalia, y también al final con la ONU. Pasaron unas cuantas décadas para que volviera el mundo a enfrentarse a las consecuencias funestas de la lucha entre la concepción cerrada y abierta del mundo.
Los gobernantes de Alemania, Italia y Japón conformaron el eje absolutista nazi-fascista «la triple alianza» que buscaba imponer al mundo la superioridad de la Etnia Aria, estableciendo una dictadura mundial que propugnaba el exterminio de todo el que no fuese partidario de esa barbaridad horrenda.
El mundo, en esa ocasión, estuvo a punto de caer en sus manos, porque el poderío alemán mostró su dureza y persistencia, su efectividad y capacidad estratégica.
Pero las Naciones Aliadas se pusieron de pie, lograron imponer la apertura a la cerrazón, la democracia al
absolutismo. Hitler, Mussolini, los japoneses, fueron vencidos. Pero, ya en 1917 había surgido el germen que consustanciaba el nuevo socialismo para las democracias y la apertura, que ni la guerra fría podría detener.