Cuando se eligen los muebles para la habitación de un niño siempre hay que tener en cuenta que el pequeño no va a tener siempre la misma estatura, y que poco a poco los juguetes irán cediendo espacio a los libros de estudio.

Hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir los colores que se combinan en el mobiliario. Las maderas de pino o cerezo se mezclan con melaminas en morado, amarillo o azules, y no siempre son fácilmente transformables pasado el tiempo. Aunque siempre se pueden forrar con papel pintado.

Uno de los cambios fundamentales tiene que ver con la pintura de la pared: ha llegado la hora de quitar las típicas cenefas adhesivas con dibujos infantiles llenos de ositos y muñecos dormilones que dividen la pared. Una mano de pintura de un color diferente al que había antes, que avive la habitación, es una solución rápida.

Las cortinas o visillos que cuelgan de las ventanas también necesitan un pequeño repaso. Unos estores es una solución actual e informal de innovar ese pequeño reducto. Las telas deben dejar pasar la luz aún cuando están estiradas.

Hay que tener en cuenta, en este caso, el espacio que hay para que la tela pueda estar recogida sin que ello impida abrir la ventana. Si ese es el caso, habrá que volver a optar por visillos.

[b]Foco de atención[/b]

Las lámparas son el foco de atención de los más pequeños, por eso suelen tener dibujos y formas que llaman su interés, y cuyo objetivo no es tanto iluminar como decorar, siendo a veces casi un juguete más.

[b]Las lámparas[/b]

Las luces halógenas con focos direccionales pueden ser un cambio oportuno para renovar; las opciones son muy variadas y se aúnan así actualidad y sentido práctico.

La habitación de los jóvenes se transforma en un lugar de encuentro con sus compañeros y amigos. La cama se convierte no sólo en el lecho de descanso sino, también, en un sillón donde compartir confidencias. Para ello, las colchas y edredones son el punto clave que acompaña a todos los cambios anteriores.

Los cubrecamas dan personalidad a la habitación y dicen mucho de quien la ocupa. Hay que elegirlos con atención, sin optar por el primero que caiga en nuestras manos. De cuadros o lisos, en patchword o con frutas, flores o símbolos, ligeros para el verano o fundas nórdicas, la elección debe meditarse. Cojines que sustituyen a muñecos son el complemento con el que decorar la habitación.

[b]Zona de estudio[/b]

El área de estudio es fundamental. Un espacio amplio donde colocar los libros, tener a mano el ordenador y que esté bañado de la luz exterior cuando sea posible es lo ideal en este nuevo cambio de ambiente. Los colores pueden ayudarnos a marcar con claridad el espacio de estudio y el de descanso.

Los módulos son unos elementos ideales para poder adaptarlos a cualquier zona y permiten cambiar la distribución en todo momento. La movilidad que ofrecen las cajoneras con ruedas favorece una distribución en la que se aprovecha el espacio al máximo. EFE – REPORTAJES.

[b]Renovación total[/b]

Si el paso de este cambio pasa por una renovación total de la decoración, las posibilidades se multiplican. El acero combinado con la madera favorece un espacio ligero, actual y moderno que durará durante años.

Los colores naturales de pino macizo en acabado tostado y con un ligero barniz contribuye a crear un ambiente sólido y sereno. Los tonos vivos crean un ambiente dinámico y confortable, y las maderas pintadas otorgan un aire renovado e innovador.

Aprovechar el espacio con una cama nido bajo la principal es una de las opciones más habituales. También se puede sustituir por amplios cajones que sirven de desahogo para guardar los objetos de menor uso.