La herencia envenenada

La herencia envenenada

Veamos cuál será la herencia que dejarán los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana.
Primero: Han institucionalizado la corrupción;
Segundo: Han convertido la demagogia en paradigma y la complicidad en razón de Estado;
Tercero: Maestros de la simulación, intentan trastocar la moral para que creamos que es lo mismo maniobrar que obrar maní;
Cuarto: Han retorcido las instituciones al punto de que cualquier somero análisis permite ver que la democracia fue puesta en retiro;
Quinto: Corrompieron periodistas para obtener el silencio, la complicidad, que los reporteros analistas miren hacia el otro lado;
Sexto: Nos dejan la impunidad como una institución de primer orden;
Séptimo; Han dado de baja a la verdad;
Octavo: Han dispuesto y organizado la administración de las leyes de modo tal que despojaron a la justicia del velo que impedía ver el desequilibrio que favorece al rico contra el pobre, al débil contra el poderoso;
Noveno: Cambiaron por palabras huecas aquella sabia sentencia que dice: los jueces hablan por sentencia;
Décimo: Pusieron de moda el “tanto tienes tanto vales” y se dedicaron en una carrera sin freno, a convertirse en potentados económicos;
Undécimo: Han trabajado sin prisas, sin pausas, para sustituir la clase empresarial, al amparo de ventajas obtenidas valiéndose de su posición en el gobierno;
Duodécimo: Aunque han tomado acción en todo lo que era necesario, no han resuelto ningún problema, de manera clara y definitiva;
Decimotercero: Han descuidado, de manera expresa y sistemática, la disminución de la producción de alimentos a fin de aumentar las importaciones;
Decimocuarto: Han acelerado el crecimiento de la deuda externa e interna del gobierno;
Decimoquinto: Han engañado al país con un aumento de los préstamos para mantener el clientelismo, las nóminas abultadas, las nominillas para favorecer a compañeros que no prestan ningún servicio;
Decimosexto: El despilfarro de cientos de millones de pesos anuales para favorecer compañeros a quienes se les paga para no realizar ningún trabajo, lo que constituye una carga para el Estado;
Decimoséptimo: La inversión en edificios, aunque no sean necesarios, para llenar los ojos de los gobernados;
Decimoctavo: El gasto público dirigido al clientelismo, que permite favorecer una sola familia, de su parcela política, con cinco o seis de los programas sociales existentes;
Decimonoveno: La falta de inversión en el campo, el abandono de la investigación agropecuaria;
Vigésimo: La falta de previsión que permite la pérdida de vidas y bienes por efecto de inundaciones previsibles con la venida de las grandes lluvias;
El espacio es corto, la angustia larga, las carencias son tan graves como la falta de medicamentos en los hospitales, la inseguridad ciudadana etc.
Lo peor es que creen que se van a quedar en el poder.

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