En la memoria de las personas que aprecian la estructura colonial, principalmente queda impregnada la imagen  de los templos, por su formación y decoración interior. Y nuestra Zona Colonial cuenta con varios ejemplos de estas edificaciones.

La iglesia de las Mercedes, de tipo isabelino criptocolateral, fue construida en 1557, levantada en un amplio terreno cuyo frente y lateral izquierdo estaban sin nivelar, por lo cual el suelo frontal de ese lado quedó más abierto que el otro. A esto se debe que  actualmente  forme un acutángulo.   Su estructura tiene una sola nave con ábside octagonal gótico chato, de crucería, en que transversalmente se descargan arcos torales y ojivales y se apoyan, longitudinalmente, en gruesos muros y pilastras renacentistas.

Interiormente posee ocho capillas laterales comunicadas entre sí a través  de aberturas en los muros. Las dos delanteras tienen arco de medio punto enladrillado y las otras  son de roca tallada. La piedra principal que las encierra tiene un vértice con nervaduras diagonales, pero sus bases interiores están cubiertas de mosaicos sevillanos.

El Altar Mayor, de estilo barroco, tiene un reluciente decorado formado con plata de las minas de la isla. Su bóveda, también con nervaduras diagonales, remata con una pequeña abertura redonda con tragaluz. Su planta octagonal, lateralmente abiertas en los muros, posee dos ventanas con arcos de medio punto enladrillados.

Su campanario cuadrangular es de diez arcadas, nueve son de medio punto, pero la décima presenta un dibujo lobulado mudéjar, también único en el país. Donde están las campanas es en el final del elevado armazón, siendo el único más alto de la urbe. Su techo presenta una cúpula cóncava con un inicio de macizos contrafuertes en cuyos cuatro lados tiene decoraciones piramidales que en su cima surge una imagen religiosa.