Existen héroes nacionales que han alcanzado de forma y muy legítima tal condición y que, por tal, se han hecho merecedores de permanente reconocimiento por haber abrazado causas de interés general, independientemente de su personalidad y atributos estrictamente personales.
Esto se debe a que la heroicidad está determinada por aportes trascendentes en la vida institucional de los pueblos, ya que no es sinónimo de deidad o perfección humana, aunque aquellos que han alcanzado a ser distinguidos como héroes en la inmortalidad que provee la historia están obligados en vida a honrar su imagen personal o familiar.
Sin embargo, la heroicidad en sí se hace merecedora de un reconocimiento adicional cuando quien la ostenta es un ser humano que, en plena fidelidad a su auténtica esencia, se ha mantenido humilde sin dejarse deslumbrar por los reconocimientos y, más que eso, porque no pasó factura por sus eminentes servicios a la patria.
Por esas admirables cualidades, el homenaje que diferentes instancias de la sociedad dominicana tributaron a Mayobanex Vargas durante su funeral es un justo reconocimiento a un verdadero héroe nacional que luchó en favor de la libertad y la democracia en la República Dominicana, en un período de sangrienta dictadura trujillista, durante la cual ejercer la libre expresión del pensamiento y luchar por la libertad equivalía a una sentencia de muerte.
Además del duelo oficial dispuesto por el Poder Ejecutivo, las manifestaciones expresadas por representantes de diferentes sectores del país constituyen una muestra inequívoca de que se tiene presente su contribución a las luchas que contribuyeron a la caída de ese nefasto período de 31 años.
Sin embargo, el sobreviviente de la gesta heroica del 14 de junio de 1959 parte con un anhelo insatisfecho, ya que en varias oportunidades se había quejado de que fuera ignorada la solicitud de incorporar en los libros de la educación pública los acontecimientos registrados a raíz del desembarco por Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Tal como dijera en diferentes oportunidades, la rebelión contra la dictadura fue un llamado para fortalecer en la conciencia del pueblo dominicano la necesidad de poner término al oprobio y a una era de terror en que tantos jóvenes valiosos fueron perseguidos, torturadores y asesinados.
Mayonabex había señalado que luego de más de medio siglo de ese acontecimiento histórico, las nuevas generaciones no conocían del todo su significado y protagonistas por la falta de esa documentación como enseñanza de inclusión formal y continuada.
Con su visión amplia y justiciera, pedía con igual finalidad que además se tomaran en cuenta otros acontecimientos históricos, entre ellos las luchas de Aniana Vargas por las libertades públicas y la defensa al medio ambiente, así como la valentía mostrada por el guerrillero de Bonao, Alfredo Pérez Vargas, quien acompañó al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en el desembarco por playa Caracoles.
El cubano Delio Gómez Ochoa, otro sobreviviente de la gesta antitrujillista, ha sido reconocido en vida con el otorgamiento de la nacionalidad dominicana y el pleno derecho a vivir en el país como su segunda patria, en testimonio de gratitud, luego de su lucha revolucionaria en Cuba.
Hay que seguir en esa línea de conciencia y justicia, evitando que nuestros grandes hombres, los que han luchado a costa de su vida y de su tranquilidad por causas trascendentes, sólo alcancen el reconocimiento cuando lleguen a ser nuestros grandes muertos.