La salud oral está íntimamente ligada a la salud general, de ahí la importancia que desde el nacimiento del niño se proceda a higienizar la boca. La mejor forma de incentivar y enseñarle a los niños a cuidar sus dientes, es haciendo la rutina de limpieza junto a ellos transmitiéndoles esta actividad divertida, muy beneficiosa para su salud y bienestar general.

Desde la erupción del primer diente se debe visitar al odontopediatra, el cual pasará a ser el aliado ideal de los padres y del niño.

Las diversas etapas de  crecimiento del niño requieren de un cepillo dental que se adapte a sus necesidades, teniendo presente que además de las piezas dentarias, los tejidos blandos también deben ser higienizados.

De igual manera debe consultarse con el profesional de la salud oral sobre la crema dental adecuada para el niño, ya que la dosis de flúor es de suma importancia.

Recuerde que el objetivo principal del cepillado es eliminar toda la placa bacteriana que se ha adherido, no solo la que se encuentra en la superficie dentaria, sino en toda la cavidad oral. Esa placa bacteriana, o biofilm, es la causante de la enfermedad periodontal y la caries dental. El hilo dental es imprescindible para eliminar la placa acumulada entre los dientes y bajo la línea de la encía.

Bríndele a su hijo la oportunidad de apreciar, saborear y valorar una dieta saludable, la cual le será beneficiosa para toda su vida. Proteínas, frutas, vegetales, leche, queso, deben estar presentes en la dieta diaria. Además, la mejor forma de educar en esta área es iniciando la ingesta de estos alimentos desde la infancia. Disminuir en lo posible el consumo de almidón y azúcares así como verificar que se esté consumiendo el flúor necesario.

Una buena salud oral es fruto  principalmente de una correcta rutina de higiene, sana alimentación y de apoyo profesional.

Para sus preguntas puede escribir al correo: odontodom.info@gmail.com.