“Alguna gente habla a los animales. No muchos los escuchan.
Ese es el problema”.
A.A. Milne
Estábamos sentados en la escalinata de la parte frontal de la pirámide de la Serpiente Emplumada o Quetzalcóatl, mientras José Luis, el líder del grupo de hombres de Man Kind Proyect al que me uní para visitar algunos lugares sagrados nos compartía sus conocimientos.
A pesar de que había estado muchas veces en el lugar, era la primera vez que me encontraba en la pirámide de la Serpiente Emplumada, el tercer edificio de mayor envergadura deTeotihuacán, una de las mayores ciudades pre-hispánicas de mesoamérica, que se encuentra al noreste del valle de México.
Teotihuacán es de origen náhualt y significa ‘‘lugar donde los hombres se convierten en dioses”. En los tallados de la antigua pirámide están Quetzalcóatl, que guía y protege a las personas hasta que puedan manifestar su esencia y Tláloc, el dios de la lluvia.
De repente, en uno de los taludes, en el que se encuentra una de las cabezas que representan a Tláloc, vimos una hermosa lagartija de llamativos colores. José Luis llamó la atención del grupo acerca de la sosrprendente aparición. Sí, sabíamos que la lagartija es una animal de poder y venía a entregarnos un importante mensaje.
Los poderes de la Lagartija son la placidez, la curiosidad y la regeneración. Su sabiduría incluye la búsqueda de la luz, el desprendimiento, el poder para recuperar lo perdido, la colaboración con la fuerza de la vida, no tomarse las cosas personalmente y ser guíados por espíritus ancianos.
Siendo “los barqueros” mi familia espiritual, el hecho de que para los aztecas, la lagartija provenía del inframundo y venía a ayudar a las almas a cruzar el río del Mictlán o de la muerte, hizo que ver al pequeño saurio, en un momento tan significativo, provocara en mi la alegría que viene del encuentro con un pariente, un amigo o un ser querido.
Según la cosmovisión chamánica, un animal de poder es un compañero espiritual que trasciende a su reino para compartir su medicina (sabiduría) con nosotros. La tradición nativa americana cree que cada persona está conectada con varios animales de poder que guian su vida, comparten con ella sus cualidades y les brindan fortaleza e inspiración.
A lo largo de la vida, según el momento en el que nos encontremos y la orientación necesitada, se puede tener varios aliados de poder del reino animal, que pueden ser muy útiles en la búsqueda interior y en los intentos por conectar con la grandeza del yo superior.
En las culturas chamánicas se cree que el alma de una persona puede fragmentarse durante accidentes físicos o experiencias que le resulten emocionalmente traumáticas. La lagartija, como experta en regeneración de lo perdido, escoge guiar a las personas que tienen la misión de recuperar fragmentos de sus almas o las de los demás.
La lagartija las acompaña en la búsqueda, hasta que el alma retorna y la persona vuelve a estar completa. Por esa razón solía ser el ayudante de los sanadores y chamanes. Además, guía a los escritores, constructores, diseñadores, músicos, artistas plásticos y artesanos para que sus obras reflejen el amor y la luz captada en elevados estados de consciencia.
También simboliza las fuerzas generativas de la naturaleza. Es una experta en el cambio y transmutación de las frecuencias vibratorias. Para la antigua cultura mexicana, la lagartija es un símbolo de la tierra y de su abundancia. Se cree que ella ayuda a las personas a cumplir los Cuatro Acuerdos de la tradición Tolteca: Ser impecables con la palabra. No tomarnos las cosas personalmente. No hacer suposiciones. Y hacer siempre lo máximo que podamos.
En la mitología Romana, la lagartija simbolizaba la muerte y resurrección. A través del todo el Mediterráneo era considerada como un viejo amigo de la familia. Para los Griegos y los Egipcios, representaba sabiduría divina y buena suerte, por lo que se relacionaba con la abundancia.
Algunas tribus de África occidental tallan lagartijas en sus casas para invocar espíritus protectores, ya que representa la tranquilidad en el hogar y se consideraba un poderoso símbolo de fertilidad. En la simbología Celtica, las lagartijas representan evolución y crecimiento holístico, dejar ir, rendirse, liberar y conectar con las energías de la Madre Tierra.
Nuestra amiga del templo, permaneció largo tiempo observándonos. No le importó que nos acercáramos, la fotografíaramos y habláramos de ella. Las lagartijas tienen la capacidad de permanecer muchas horas inmóviles bajo el Sol, en un estado de “éxtasis contemplativo” que nos recrea “la humilde búsqueda de la iluminación espiritual”.
De repente, una mariposa monarca se posó en el pecho de Julio César, un compañero de viaje de naturaleza amorosa y sensible. José Luis dijo: “estamos acompañados”. ¡Teníamos dos animales de poder!
Las mariposas monarcas son conocidas por el extraordinario viaje que realizan, desde Canadá hasta los árboles oyamel, en Michoacán, México, venciendo en su recorrido de aproximadamente 3,200 km a las tormentas, los vientos, los agroquímicos y las aves que las amenazan para que no lleguen a su destino.
La mayoría de la gente conoce el poder de transformación de las mariposas. Su cambio es tan radical que el ADN de la oruga es completamente distinto al de la mariposa adulta. Como animal de poder la mariposa es el símbolo de la transformación total. Ellas acompañan a las almas que van a sufrir un completo cambio. Personas que van a pasar de un extremo al otro a través de la búsqueda interior y de las lecciones que les aportará la vida misma.
Muchas culturas consideran que debido a la ligereza de su vuelo las mariposas pueden volar entre el mundo de los vivos y el de los muertos y también creen que pueden ser capaces de transportar las almas de los muertos entre los mundos.
La medicina de la mariposa la lleva a compartir con los humanos su sabiduría acerca de las distintas fases del proceso de transformación, para evitarles el dolor que produce resistirse al cambio. También nos guía en la posterior realización de viajes entre los mundos visible e invisible en busca del conocimiento, ya que la finalidad de una transformación tan radical suele ser el convertirse en un sabio mensajero entre el mundo físico y los mundos sutiles.
La mariposa también ayuda a las almas que necesitan adquirir una mayor comprensión de los lazos de sangre que compartimos con la familia. Antes de que llegaran todos los integrantes de la expedición, había hecho una caminata con Julio César en la que sostuvimos una amena plática que me llevó a comprender por qué la monarca se posó en él.
La mariposa monarca es considerada una de las especies más antiguas del planeta. Aún la ciencia no explica qué las orienta durante su migración que va de otoño a verano. Las mariposas que retornan suelen ser las nietas o las bisnietas de las que salieron.
Las mariposas aparecen para acompañar a las almas que tienen una necesidad de cambio y/o libertad. En el caso de que el aliado de poder sea una mariposa monarca, que aunque vuela de un lado para otro siempre conserva un rumbo fijo que le lleve a su “santuario” (el árbol de oyamel), continúa manteniendo el rumbo incluso cuando no será ella, sino su descendencia, quien alcanzará la meta de su largo viaje.