La historia del paralítico

La historia del paralítico

POR ALEXIS MÉNDEZ
Miguel Matamoros escribió crónicas  de su pueblo, en las que, tanto el romanticismo como el humor se retrataron en los versos de este poeta del pueblo cubano. Basado en este último aspecto, el humor, plasma la historia de Asuero, un médico español que vivió en el Santiago de finales del siglo XIX.

Se comentaba que Asuero pretendía curar múltiples males extirpando el nervio trigémino.

Esto lo contó Miguel en 1930, en una cuarteta que rima con palabras esdrújulas, acompañada de unos cuanto soneos.

A este Son lo tituló “El paralítico”, y en él da a conocer la locura de aquel médico que relacionaba  el nervio que comunica la sensibilidad de la región facial y que anima los músculos de la masticación con las piernas:

Veinte años en mi término
me encontraba paralítico,
y me dijo un hombre místico
que me extirpara trigémino.

En el estribillo hay un doble sentido, porque continúa narrando la leyenda, pero al mismo tiempo era una promoción del Son, que en esos años (principios de los 30) empezaba a colarse en el resto de América y en Europa.

Bota la muleta y el bastón
Y podrás bailar el son

Esta es la historia detrás de la historia, que quizás no lo habíamos notado, porque su contagioso ritmo no lo permite.

“El Paralítico” tiene varias versiones, fruto de su popularidad. El mismo Matamoros lo grabó varias veces con su trío, y luego con su conjunto. Es uno de los sones más conocidos. Es una verdadera muestra de la expresión popular de Cuba, y del ingenio de su compositor.

Dice un doctor farolero
Mucho más bueno que el pan
Anda, ve a San Sebastián
Para que te opere Asuero
Bota la muleta y el bastón
Y podrás bailar el son

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programamusicamaestro@yahoo.es

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