Comenzó como una foto familiar, se volvió un meme y ahora se vendió por US$500.000.
«La niña desastre», la famosa imagen de Zoë Roth cuando tenía cinco años frente a una casa en llamas, es desde hace años una de las más compartidas en redes sociales.
Su rostro pícaro -o malévolo, depende cómo se mire- se ha vuelto un clásico que ha acompañado a algunas de las fotografías o cuadros de las tragedias y momentos más terribles de la historia.
La joven, ahora de 21 años, aprovechó la fama de su imagen y acaba de venderla por US$500.000, una suma suficiente, según dijo, para pagar sus deudas estudiantiles, repartir entre su familia y donar a caridad.
Roth vendió en una subasta este jueves la propiedad de su meme como un token no fungible (NFT), un certificado de propiedad digital.
Un coleccionista llamado @3FMusic fue el que pagó la suma, a través de criptomonedas.
Pero ¿cuál es la historia detrás del meme? ¿Realmente fue la joven responsable del incendio? ¿Cuándo se volvió viral?
Un golpe de suerte
En una reciente entrevista con BuzzFeed, Zoë Roth contó que todo comenzó una tarde de 2005, cuando ella tenía cinco años y veía la televisión con su familia.
Fue entonces cuando oyeron las sirenas de los bomberos y salieron a ver qué sucedía.
«Como a dos cuadras de nuestra casa había humo saliendo y fuimos a ver qué pasaba», recordó.
El padre, un aficionado a la fotografía que recientemente se había comprado una cámara, decidió llevarla al lugar del fuego.
Cuando llegaron, según contó la joven, pensaron que se trataba de un incendio real, pero al ver la actitud calmada de los bomberos se dieron cuenta que algo raro sucedía.
Pronto supieron que los dueños habían donado la casa al Departamento de Bomberos para que la incendiaran e hicieran un simulacro, por lo que era un «fuego controlado».
«Mi padre estaba haciendo fotos de la casa y entonces me dice que era el momento de sonreír. Me pide que sonría y por eso es que hago esa cara, porque era como yo sonreía, la cara que ponía para sonreír, en ese entonces», dice.
La foto, sin embargo, quedó entre tantas otras de ese día.
De la foto al meme
No fue hasta 2008, cuando conocieron que había ganado un concurso de una revista especializada sobre el tema: «emociones en la fotografía».
Desde su publicación, la imagen se volvió viral y dio la vuelta al mundo acompañado momentos que van desde el hundimiento del Titanic hasta el desastre del Hindenburg.
«Simplemente la hacen encajar en cualquier imagen», le dijo Roth al New York Times. «Me encanta verlos (los memes) porque nunca haría ninguno de ellos, pero me encanta ver lo creativa que es la gente».
La joven asegura que le ha sorprendido cómo el meme con su sonrisa pícara ha sobrevivido a través de los años.
«Las gente que está en los memes y se vuelve viral es una cosa, pero la forma en la que internet se ha aferrado a mi foto y la ha mantenido viral, ha mantenido su relevancia, es una locura para mí», le dijo al New York Times.
El mercado de los NTFs
El mercado de los derechos de propiedad del arte digital se ha disparado este año después de varias ventas de NFT multimillonarias.
Un NFT es un token digital único, encriptado con la firma de un artista, que verifica su propiedad y se adjunta permanentemente a la pieza y así permite que las versiones originales de contenido popular en línea, como memes virales y tuits, se vendan como si fueran obras de arte físicas.
El NFT está marcado con un código que permitirá a la familia Roth, que han dicho que dividirán las ganancias, mantener los derechos de autor y recibir el 10% de las ventas futuras.
El 19 de febrero, un gif animado de Nyan Cat, un meme de 2011 de un gato volador, se vendió por más de US$500.000.
Unas semanas más tarde, el fundador de Twitter, Jack Dorsey, incluyó un NFT del primer tweet de la historia, con ofertas que alcanzaron los US$2,5 millones.