La historia habrá de condenarlos

La historia habrá de condenarlos

El juicio de la historia deberá destinar su más ruda condena para los gobernantes que, a pesar de haber manejado altos índices de bonanza económica, le han negado a este país tres de los componente  vitales del desarrollo humano.

En su Índice de Desarrollo Humano para 2010, titulado “La verdadera riqueza de las naciones: caminos al desarrollo humano”, el PNUD destaca el contraste entre el crecimiento de la economía de la República Dominicana y el retroceso en  salud, educación,  e ingreso per cápita.

Con una economía más fuerte, en las últimas décadas nuestra inversión en educación y salud, así como el ingreso per cápita, han estado por debajo de países con menos capacidad económica.

Estos índices son un mentís contundente a las proclamas de nuestros gobiernos acerca del supuesto desarrollo alcanzado en estos componentes vitales del desarrollo humano.

El caso de la educación para 2011 es un ejemplo dramático de nuestra decadencia en desarrollo humano, pues en vez de superar la asignación de 2009 en función de las necesidades del sector, lo que se ha hecho es reducirla en términos comparativos.

Degradar el desarrollo humano justo cuando se tiene bonanza económica es un pecado que el juicio de la historia debe condenar sin miramientos.

Dominicanos en Estados Unidos

La comunidad dominicana en los Estados Unidos se desenvuelve en un medio  que ha desterrado el laborantismo y tiene la virtud de  valorar los méritos de quienes se basan en la preparación técnica y los mejores principios para ascender a cargos políticos.

El país puede citar como ejemplos a cinco personalidades de origen dominicano que han logrado escalar senadurías y alcaldías, y trabajar por la  comunidad.

Se trata de los senadores estatales Adriano Espaillat, por el Distrito 31 del Estado de Nueva York; José Peralta, por el Distrito 13 del mismo Estado, y Juan Pichardo, por el Distrito 2 de Rhode Island, así como los alcaldes Angel Taveras, por Providence, y William Lantigua, de Lawrence, Massachusetts. Fueron nuestros invitados del miércoles al Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

Ellos se han acogido a un estilo de ejercicio político que deberían calcar los que aquí se aferran al clientelismo.

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