POR GRACIELA AZCÁRATE
No olvidaré que he sido olvidado y marginado durante treinta años por editoriales, críticos, lectores, escritores. Tenía libros escritos. Ha sido un rechazo muy duro. No debo a nadie haber escrito”Verdes valles, colinas rojas”. Me lo debo a mí mismo.

Ramiro Pinilla: Entrevista concedida a la revista digital DEIA, el 23 de octubre de 2005.

“La memoria es la vida. Siempre reside en grupos de personas que viven y, por tanto, se halla en permanente evolución… A veces permanece latente durante largos períodos, para luego revivir súbitamente. La historia es la siempre incompleta y problemática   reconstrucción de lo que ya no está. La memoria pertenece siempre a nuestra época y constituye un lazo vivido con el pasado eterno…”

Pierre Nora, en Pierre Nora, ed.,
Les lieux de la mémorie, vol. I:
La République, París, 1984, p., XIX

Hace unas noches ví una pelicula inglesa que ya habia empezado y no sé su nombre. Me atrapó por el el tema y porque el personaje del médico psiquiatra de Scotland Yard es el mismo gordo inteligente y  bebedor, creo que de apellido Coltrane que encarnó una saga de detectives forenses con el nombre de doctor Fitzgerald. Es la historia de un ex soldado inglés que es mandado a reprimir en el Ulster y que en la última operación de comando le asesinan a sus compañeros por un atentado del IRA. Drama psicológico, el soldado ingresa a la policía y seis años más tarde decide vengar la muerte de sus compañeros y empieza a asesinar ciudadadanos norteamericanos. En una conversación entre el doctor Fitzgerald y el ex soldado- policía -vengador se desarrolla una interesante conversación donde el psiquiatra le comenta algo que le dijo otro colega psiquiatra: “ después del derrumbe de las Torres Gemelas, de la guerra de Afghanistan y de Irak hablar de la guerra del Ulster de hace treinta años … es irrelevante”.

La película siguió su trama apasionante pero se me hizo un paréntesis y un signo de interrogación.

 ¿Es irrelevante para toda una generación de argentinos de la década de 1970, tratar de entender lo que significó la Triple A, Montoneros, ERP o FARP; es irrelevante que en Irlanda del Norte hayan podido revisar ese pasado de hace treinta años, el papel jugado por el IRA (Ejército Revolucionario Irlandés) y lograr que su máximo dirigente del Sin Fein  se siente a una mesa de negociación superando la catástrofe que significó 30 años de enconos y muerte.

¿Es irrelevante revisar lo que pasó hace treinta años en el país vasco, donde sigue irresuelto y en conflicto el problema que representa  ETA?

¿Cómo decir que es irrelevante el problema de ese grupo para España, para el país vasco y para la obra del escritor Ramiro Pinilla?.

Precisamente la reflexión, la memoria de ese tiempo atrás, de esos “treinta años irrelevantes” es la materia prima, el magma que sustenta la obra del escritor vasco Ramiro Pinilla.

¿ Quién es Ramiro Pinilla?

Nació en Bilbao, en 1923. De profesión marino  dejó ese origen vasco “ de la madera y el mar” y se dedicó a la literatura. En 1960,  obtuvo el Premio Nadal, en 1961, el de Crítica, en 1972 fue finalista del premio Planeta, y  recién ahora a los 82 años recibe el premio Euskadi.

Con el dinero recibido en 1960, pagó la hipoteca de su casa y terminó de construir una casita en el pueblo bilbaino de Getxo. La bautizó con el nombre de “Walden” en homenaje al socialista utópico norteamericano Henri David Thoreau y sobre todo para marcar las distancias con el nacionalismo vasco.

Después se sucedieron años de silencio y soledad. Fue un largo exilio del circuito comercial y de los criticos literarios. En el año 2005. la editorial Tusquet publicó su obra “Verdes valles, colinas rojas”.

Mas de 3500 folios escritos a mano, en soledad, en su casita de Getxo.

Por esta saga monumental ha recibido el Premio Euskadi de Literatura a la mejor obra escrita en castellano

Una trilogía que abarca la historia del pais vasco desde 1879 hasta el surgimiento de ETA.

Subtitulado “La tierra convulsa” el primer volumen se inicia en 1889, en el Getxo natal del escritor donde relata el origen de la estirpe de “los hombres de madera”.

En torno a la familia del patriarca Camilo Baskardo  cuenta la historia de una tribu, del vasco primitivo que todavía no ha sido envenenado por el progreso o el nacionalismo de sotana y opuesto  a “los hombres de hierro” que no son otros que los “chatarreros”, la burguesía industrial que se encarga de destruir de un plumazo la ancestral herencia recibida.

El segundo volumen “Los cuerpos desnudos” narra el regreso de uno de los Baskardo de Ceylán, la transformación del caserío, los efectos desintegradores que suceden a los desastrosos acontecimientos de la Guerra Civil Española que muestran la traición de “los hombres de hierro” a la República porque lo que priva es el interés económico por la producción de carbón y la industria de guerra que les hace elegir el bando del general Franco.

El tercer tomo “Las cenizas del hierro” es una lenta y minuciosa travesía por los cuarenta años de dictadura franquista y la resistencia de toda una sociedad hasta la irrupción de ETA, que es como una lacra, como un cáncer indetenible que irrumpe en el paisaje bucólico de un caserío vasco.

“Verdes valles, colinas rojas es una conmovedora reconstrucción del mundo de la infancia, “su única patria” como bien ha reiterado en las numerosas entrevistas que ha concedido  a partir del premio otorgado en el año 2005, al mejor libro escrito en castellano.

Es una epopeya vasca, la reconstruccion de un paraíso perdido  donde como el mítico pueblo de Faulkner en Estados Unidos de Norteamérica  o en la Santa María del uruguayo Onetti escribe una novela épica donde describe a traves de más de doscientos personajes por dónde discurre la memoria histórica del pueblo español.

Cuando le preguntaron porqué había sido olvidado en estos últimos treinta años  respondió:

“Porque elegí el camino independiente. El resultado fue que quedé totalmente marginado. No me importó, ni tampoco ahora. He hecho este libro, mi última baza y resuello, y quiero regresar a la normalidad comercial. Se me ha ignorado, creo que inocentemente. No me he sentido perseguido. He disfrutado de mi silencio, de mi soledad, de mi paz…

No hay peor maltrato que la ignorancia y yo lo he vivido. Pero no lo he sufrido porque lo he elegido yo. No olvidaré que he sido olvidado y marginado durante treinta años por editoriales, críticos, lectores, escritores. Tenía libros escritos. Ha sido un rechazo muy duro. No debo a nadie haber escrito “Verdes valles, colinas rojas”. Me lo debo a mí mismo”.

Cuando le preguntaron que buscaba “ al gestar ese monstruo” de 3500 folios dijo que esencialmente quería escribir sobre el pueblo vasco, dar su visión  a través del pueblo vasco. Sobre todo eludió las descripciones, tan del gusto de la literatura decimonónica española y sí buscó que todo el relato tuviera tensión y que por ningún momento decayera.

“Hay una constante en “ Verdes valles, colinas rojas”  y es que no hay descripción de atmósferas, el escenario se ve a través del movimiento de los personajes …  la novela ha de ser un cable tenso. Los detalles han de ir inmersos en la vorágine de la novela”.

La trilogía es sobre todo un canto a la libertad, un durísimo retrato del sentimiento nacionalista y una denuncia violenta del capitalismo y la iglesia. “ Hay bastantes denuncias. Y hay varias glorificaciones. Y la más importante es la de la libertad. Por eso tengo que ir por narices contra el nacionalismo, contra la iglesia, contra los grandes empresarios. Primero está la libertad, y luego tratar todo esto con humor”.

Tal vez la obra monumental de este genial vasco sea una respuesta adecuada al psiquiatra ingleés que encontró irrelevante la historia de treinta años atrás

Nota: en el mercado de libros local no está la obra de Ramiro Pinilla pero recomiendo que lean en Internet el cuento “Euskera Ez” que pertenece a la colección de cuentos “Historias de la Guerra interminable”

Htpp://www.ehu.es/sarrikosolidario/vivir/relatos/eusqueraez.htm