La historia se repite

La historia se repite

Todos guardamos con un mal sabor los tiempos traumáticos del doctor Joaquín Balaguer. El recurso más decisivo que usó siempre el Partido Reformista Social Cristiano para mantenerse por tanto tiempo en el poder fueron las mismas estructuras del Estado.

Los supuestos programas sociales, el desvío de fondos públicos usados en la campaña, la compra de cédulas, empleo a granel, botellas, manipulación de las actas en las juntas, militares promoviendo vulgarmente al partido rojo y represión contra los medios de comunicación, fueron parte de la maquinaria reformista.

Sin embargo, quién no muestra preocupación ahora ante las situaciones inconcebibles y sorprendentes de la actual gestión de  Leonel Fernández Reyna.

Él ha incurrido en lo mismo que hizo siempre un doctor Joaquín Balaguer que llegó al extremo de valerse de amigos para que le hicieran la “oposición” para no mostrarse tan vulgar ante los organismos internacionales.

En un Gobierno presidido por un hombre visionario, capacitado y joven como Leonel Fernández se pensaba que República Dominicana iría camino hacia un progreso sostenido en término institucional, económico, social, democrático y de transparencia.

Era y es el anhelo de un país que ha sufrido hasta más no poder a lo largo y ancho de todo su proceso histórico por la actitud de gobernantes inescrupulosos, tiránicos y abusadores del poder.

Pero, una vez más, el orden democrático está siendo afectado de manera sensible.

Además de los valores citados, también ruedan por el suelo principios, éticos y morales. En lugar de avanzar, sus actuaciones han resucitado un pasado espeluznante que trastornó la paz pública, el orden democrático y el progreso de la nación.

El empecinamiento por el poder- ahora absoluto- ha llevado al doctor Fernández a desilusionar a una cantidad considerable de ciudadanos que ayer nos inspirábamos en él.

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