La histórica aprobación de la ONU

La histórica aprobación de la ONU

La acción de gobernar le concede al gobernante una visión privilegiada, profunda y amplia sobre problemas globales complejos que, como la alimentación, el hambre y la miseria, afectan a los gobernados y cómo solucionarlos.

El salvaje capitalismo vigente, altamente especulativo, impide a cualquier  Jefe de Estado preocupado por su país, mantener por decreto los precios de los alimentos bajos y accesibles, pues las entidades reguladoras de precio han desaparecido víctimas del mercado.

El Presidente Leonel Fernández ha detectado el fenómeno externo que, cual nudo gordiano, limita la lucha eficiente contra el hambre: la especulación financiera en los mercados de futuros. Leonel emprendió una solitaria campana denunciándola ante el mundo y ésta ha empezado a rendir sus frutos.

La ONU ha acogido su iniciativa sobre la promoción de un consenso internacional, que permita reducir la excesiva volatilidad de los precios y la especulación en los mercados de productos básicos. Ha convocado al mundo a enfocarse sobre ese  desafío.

Sin lugar a dudas, trátase de un apoyo sin precedentes para un estadista del tercer mundo, que consagra un triunfo nacional superior a las rivalidades políticas internas, que coloca a nuestro Jefe de Estado en un sitial internacional de honor, pues debe preservarse, dado los peligrosos intereses financieros y corporativos que su denuncia responsable ha tocado, ya que estas operan desde las poderosas economías del G7, G20 y ciertas mafias de inversionistas.

Es la primera vez que la ONU acoge una iniciativa contra la  “economía especulativa”, un negocio globalizado  que supera en más de diez el valor monetario total  anual de la producción corriente de bienes y servicios de todo el mundo. Es decir, el volumen negociado en los mercados de derivados, el subyacente al cual equivale, es  diez veces superior al PIB mundial.

Eso es lo que trata de frenar la iniciativa del Presidente Fernández.

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