La huelga nacional y las protestas locales, elementos subyacentes

La huelga nacional y las protestas locales, elementos subyacentes

Las huelgas generales implican en sí mismas una diversidad de dimensiones. Los movimientos huelguísticos expresan diferentes como son:

– Condiciones de conflictividad en las relaciones población-gobierno

– Termómetros de la eficacia de la gestión gubernamental

– Muestran indicadores significativos sobre las condiciones de los movimientos sociales y las organizaciones en términos de sus debilidades y fortalezas.

El análisis de los movimientos huelgarios de alcance nacional en los últimos 15 años muestra una tendencia a la disminución de su frecuencia. Entre 1996-2000 se produjeron cuatro huelgas nacionales, entre 2000-2004  tres huelgas nacionales y entre 2004-2008 una huelga nacional celebrada el 10 de julio del 2007.

Han transcurrido cuatro años sin huelgas nacionales, esto contrasta con los movimientos de protestas a nivel local que contrario a los procesos huelgarios han ido en aumento en los últimos 15 años. De un promedio de 20 protestas por mes que se producían en 1997 se ha llegado a 29 protestas por mes en el 2009, casi una protesta por día.

Las protestas locales se han incrementado porque se han convertido en la única vía que tienen las comunidades rurales y urbanas del interior del país de visibilizar las carencias y el abandono que sufren.

¿Cuáles elementos en común tiene la huelga nacional con las protestas locales?

– La participación activa de jóvenes en las calles y en la movilización social. La situación de exclusión que viven los jóvenes en los barrios y comunidades les hace demandar espacios con los que no cuentan para su desarrollo humano.

– Combinación de las actividades lúdicas y recreativas con la protesta en sí.

– La mezcla del “tigueraje” con la población joven activa de los movimientos sociales. El “tigueraje” es parte de la cotidianidad de los barrios y comunidades porque está compuesto de esa población joven que ha quedado excluida del sistema educativo y de las fuentes de empleo y que se dedica a actividades de obtención “fácil” de ingresos entre las cuales se encuentran las delictivas, son los más arriesgados y por eso se integran activamente.

– Las provincias: Santiago, San Francisco de Macorís, Espaillat, Monseñor Nouel, Barahona y los barrios de Santo Domingo son las que han tenido mayor movilización social en los últimos años y mostraron una participación más activa en la huelga nacional.

Definitivamente la huelga nacional ha mostrado que existe un gran descontento con el estilo de gestión del gobierno actual.

Dependerá del movimiento social organizado potencializar las condiciones subjetivas del proceso huelgario hacia el empoderamiento social que se conecte con procesos de ejercicio ciudadano y de ruptura con la fragmentación territorial existente en los procesos sociales de las localidades.

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