La humanidad dependiendo de la buena voluntad de un grupito

La humanidad dependiendo de la buena voluntad de un grupito

No bastan las leyes, los reglamentos, los pactos, los decretos, las instituciones reguladoras y fiscalizadoras, si todo apunta a que gran parte de la humanidad se está poniendo silenciosamente de acuerdo en hacer fracasar a la democracia.

Con cada paso supuestamente democrático que damos, parece ser que fracasamos y abrimos una nueva brecha a un comportamiento injusto y de poca vergüenza, dando paso al autoritarismo que se nutre del descuido, del desgaste y el confort de la nueva forma de hacer política.

Estamos normalizando la mentira y los engaños llamándoles “discursos de campaña”, es decir, que conquistarte en base a mentiras es un proceso normal, quitando así responsabilidad a quienes ocupan plazas electivas.

Entendimos que los partidos imponían en las listas cerradas a candidatas y candidatos a diputados según el criterio personal de la clase dominante, impidiendo el paso o el futuro político de otras personas que ahí militan. Ahora tenemos un voto preferencial que necesita grandes inversiones económicas, que ha impuesto un escenario de disputa injusto, desproporcionado, en base a aplicar violencia económica, y que permite que se cuele  fácilmente el narcotráfico o que los funcionarios endosen a sus preferidos con influencia y dinero público.

Y claro, arreglar eso depende de una buena voluntad y querer reglamentar para la equidad, lo cual es utópico, ya que parece que, por cada regla, se inventa otro modo de violentar los procesos. Para colmo de males, le hemos fallado tanto a la democracia, que hemos logrado “democráticamente” tener una representación en Congreso Nacional de personas con muy baja educación, poco nivel intelectual y poco compromiso con en bienestar del país, además que representan sectores como las bancas de apuestas, el narco tráfico, etc.

A cada vez es mayor nuestra dependencia de la voluntad humana, por encima de cumplir o no un orden jurídico. Cuando termine este período de gobierno, la pregunta que sigue es: ¿Quién o cómo se va a lograr bajar el peso económico del Estado? No es un secreto las grandes inversiones en alquileres injustificados y sobre valorados que tenemos hoy día, lo que se presta muy fácilmente a repartir botín y comisiones mensualmente sin prácticamente rastro ¿Podemos creer que vendrá el o la buena samaritana que terminará esos contratos innecesarios y se dedicará a usar ese presupuesto en proyectos que impacten a la ciudadanía? Sería posible, pero ya ahí entra un tema: “el criterio de cada persona”.

¿Podemos esperar realmente que quien llegue a ocupar una posición, hasta en este propio período de gobierno cuando se sustituye a un funcionario, retire la nómina de puestos sin importancia o justificación existente? O simplemente cambiaría una cédula por otra. Difícil salir de estos enredos y personalización del manejo de la Cosa Pública.

En el orden internacional ¿Sirven los pactos, las peticiones de paz y los derechos humanos?

Vivimos admirando a los llamados países del primer mundo, pero, por lo que podemos observar en Palestina, estamos hoy, más indiferentes que en la segunda Guerra Mundial con el Holocausto, porque al menos Hitler tenía en contra a otros países de Europa y a EEUU.

Sin embargo, los gobiernos de Europa muestran nuevamente; que, si no es en su suelo, la voluntad humana se pone perezosa.

Tanto discurso hermoso de apertura, ayudas, que hoy no sirven ni para salvar a un grupo de estudiantes en una escuela en Gaza. Tanto romance francés con la igualdad, la solidaridad y la fraternidad, que no alcanzan para dejar de vender armamento con fines genocidas. De nada sirven la Organización de Estados Americanos ni la Organización de las Naciones Unidas, por más evolucionado que creamos estar, hoy día lo que se ha normalizado es “escuchar” a nombre de la democracia, para ignorarlo, cumpliendo así con la libertad de expresión. Muestra de que ya la democracia se ha convertido en un “buzón de sugerencias”.

¿Se cansará la humanidad de vivir con tanta licencia para la injusticia esperando que sigamos dependiendo de la buena voluntad de un grupito?

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