La ICCO en su mejor momento

La ICCO en su mejor momento

Acabamos de asistir como representante del país a la ochenta y seis reunión ordinaria del Consejo y la ciento cuarenta  y seis sesión del Comité Ejecutivo de la Organización Internacional del Cacao (IICO), que se reunieron en Londres, Reino Unido, desde el 18 al 21 de septiembre del mes y año en curso.

Hacía tiempo que en esta organización no se recibían noticias tan alentadoras para la misma, como las que se recibieron en estas dos importantes reuniones.  Después de una larga espera que incluyó varias visitas del Director Ejecutivo a Indonesia, este país ha dado, no solamente el sí para formar parte a partir del año próximo de la institución, sino que ha ofrecido la ciudad de Bali para que en marzo del año 2013 se efectúe la 87 reunión ordinaria del Consejo, órgano supremo de la ICCO.  Es de rigor recordar que Indonesia es el tercer productor de cacao mundial, con más de setecientas mil toneladas.

Otra noticia que llenó de júbilo a los delegados de los países asistentes, fue la entrada en vigor del Convenio Internacional del Cacao, 2010, a partir del 1ro. de octubre del año en curso, lo cual constituye la segunda vez en la historia de la organización que este acuerdo, que compromete a la Unión Europea, Rusia y Suiza de Europa de una parte, y una veintena de países de América Latina, el Caribe y Asia, de la otra parte, entra en vigor.  El mismo podríamos afirmar que instituye una especie de  Constitución entre los países productores y consumidores de cacao. Nuestro país como era de esperarse, fue uno de los primeros en ratificar el mismo.

La ICCO por razones nunca bien identificadas, movió su sede de 22 Berner’s Street, en donde compartía un edificio con la Organización Internacional del Café (ICO) y la Sociedad Marítima Internacional.  La mudanza a The Commonwealth House en  1-19 New Oxford Street fue traumatizante, ya que no obstante la economía que se efectuó en cuanto al pago de la renta mensual, el traslado y modificación de la nueva sede, prácticamente engulló en los primeros años la economía en el pago de la renta.   Ahora surge de nuevo el fantasma de la movilización a una nueva sede.  Se trata de un edificio en el Westgate, en donde la ICCO  se ahorrará la no despreciable suma de ciento treinticinco mil libras esterlinas.  Por supuesto, de inmediato contó con el apoyo de los países productores y hubo que vencer una cierta renuencia de los países consumidores, que al parecer consideraban el lugar un poco apartado del Londres de primera.

La sorpresa más impactante la constituyó la asistencia de la China Popular como uno de los asistentes entre los países y organizaciones internacionales invitados a las reuniones de la ICCO.  A nuestro entender, si este país en el cual la ICCO tiene un programa de incentivo genérico a la consumición del cacao y sus derivados entra en la organización y se constituye en, aunque sea un menor consumidor de cacao, se necesitará multiplicar por dos las actuales producciones de los países miembros.

Por la sorpresa de Indonesia como nuevo miembro de la organización, no dudamos que China, un país que ha aumentado a pasos agigantados su economía, constituyendo actualmente la segunda mundial, integre la ICCO en un plazo no muy extendido.  Nosotros, que presidimos por ausencia de la titular el Comité Ejecutivo, no sólo saludamos esta aproximación, sino que hicimos votos porque el gran ausente del lado de los consumidores, los Estados Unidos de América entre en el Convenio 2010, por constituir este país el mayor importador del mundo.  Ojalá que esta predicción se haga una patente realidad para que realmente la ICCO pueda llamarse, la non plus ultra del cacao.

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