La Conferencia del Episcopado Dominicano pidió ayer perdón a los jóvenes y a sus familias, afectados por las ‘inconductas’ de algunos miembros de la Iglesia Católica y llamó a no desaminarse ni perder la confianza por esas actitudes de la comunidad eclesial.
“Que la fragilidad y los pecados no sean la causa de perder su confianza. La iglesia es su madre, no les abandona y está dispuesta a acompañarlos por caminos nuevos”, expresaron los obispos en su Carta Pastoral por motivo de la celebración del Día de la Virgen de La Altagracia.
Indicaron que la iglesia quiere ofrecer a los jóvenes las herramientas necesarias para que puedan descubrir su auténtica vocación y alcanzar su realización personal, para lo que proponen tres pasos fundamentales: escuchar, discernir y acompañar.
Futuro de iglesia y sociedad. Aseguran que un joven no puede alcanzar lo que aspira si no tiene quien le escuche, quien reflexione con él y quien le acompañe en su camino y es por eso que los adultos y las instituciones educativas, sociales, políticas y religiosas deben poner atención a este segmento de la población, que es el presente y futuro de la iglesia y de la sociedad.
Pero además de eso, el episcopado ve con preocupación que amplios segmentos de la juventud muestren apatía y temor en participar de las luchas para la construcción de un porvenir colectivo de paz, de dignidad y de libertad democrática.
Es bueno preguntar, agregaron, ¿a qué se debe la actitud apática y de desinterés en los problemas colectivos? ¿Han perdido los jóvenes la confianza en las diferentes instituciones? ¿Qué razones tendrían mayor peso en la pérdida de confianza por parte de los jóvenes en nuestras instituciones, entre ellas la del sistema político?
Manifestaron la iglesia confía en los jóvenes, como su esperanza y ve en ellos un verdadero potencial para el presente y el futuro de su evangelización, por lo que en su historia ha realizado amplia labor educativa en su favor.
Formación de jóvenes. La Conferencia del Episcopado Dominicano destacó que muchas congregaciones religiosas masculinas y femeninas dedican parte de su tiempo a la educación, con lo que hacen un gran aporte a la formación humana, moral y espiritual de muchos jóvenes, a través del cual desarrollan su liderazgo y descubren sus talentos y dones.
Aseguró que tienen el firme propósito de escuchar y acompañar a la juventud en su camino personal y comunitario y en su fe en Jesucristo y a la vocación a la que han sido llamados por el Señor.
“Nuestro deseo es que la Virgen María, joven como ustedes, bajo la advocación de Nuestra Señora de La Altagracia les proteja y haga asumir los proyectos de Dios como propios” expresa el documento firmado por todos los obispos de la Iglesia Católica en el país.
Sus iniciativas
En el documento, los obispos afirman que instruyeron a las Comisiones Nacionales de Pastoral Juvenil, Adolescentes, Catequesis, Liturgia y Pastoral Social para que elaboren una guía y recursos con renovada metodología y lenguaje y a la Comisión Nacional de la Pastoral Juvenil para que elabore un directorio en clave vocacional, que ayude a los diocesanos y a los agentes locales a especializar su formación y acción con y para los jóvenes.
Ofrece formación
El Episcopado dijo que ofrece formación con miras a un compromiso sociopolítico a la luz de la doctrina de la iglesia, que les lleven a luchar por un cambio en las estructuras sociales injustas.