La Iglesia, a través de múltiples Encíclicas y Cartas Apostólicas, apoyada en las Sagradas Escrituras, ha conformado una importante documentación de orientación para el ámbito social, cultural, político y económico, que se conoce como su doctrina social de la Iglesia, es decir, que también juega un papel fundamental en el ámbito comunitario, educación, salud, familia, juventud y deporte.
“La Iglesia tiene ese potencial de ser mediadora de solución de conflictos y a través de las parroquias procura que el joven salga de esa espiral de violencia en la que a veces se ve sometido, y es intermediaria entre los distintos sectores que interactúan en la sociedad para la sana convivencia”, afirmó Monseñor Faustino Burgos Brisman, Obispo Auxiliar de Santo Domingo.
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La iglesia que educa
Hoy en día, miles de familia continúan confiando a la Iglesia la educación de sus hijos, conscientes de que el sistema educativo que ofrecen es coherente con los principios y valores que ellos viven y que desean también inculcar en sus hijos.
Para tener una idea del aporte significativo de la Iglesia Católica en la educación de nuestro país es importante recordar que 127 centros educativos pertenecientes a la Iglesia en el 2017 pasaron a la modalidad pública a través de varios convenios de cooperación con el Ministerio de Educación y la Conferencia del Episcopado Dominicano, que ofrecen una enseñanza de calidad y al mismo tiempo un sistema de valores y creencias que los padres eligen libremente para la educación de sus hijos.
A ello se suman las ocho instituciones de estudios superiores o universidades como son Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) Santiago y Santo Domingo, que tiene el 42 por ciento de sus estudiantes becados; Universidad Católica del Cibao (UCATECI), La Vega; Universidad Católica Nordestana (UCNE), San Francisco de Macorís; Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), Universidad Católica de Barahona (UCATEBA), Universidad Católica del Este (UCADE), Higüey; Instituto Politécnico Loyola, San Cristóbal, y el Pontificio Seminario Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo.
“La enseñanza es la transmisión de conocimientos, es por ello que para la Iglesia Católica la educación en todos los niveles es fundamental porque es la única vía por la cual se puede adquirir el comportamiento correcto, el respeto por el prójimo y el entorno”, expresó convencido Monseñor B Burgos Brisman.
Aportes en el deporte
La Iglesia Católica, más que un nombre es una especie de corporación institucional que además de escuelas, colegios, seminarios, universidades, hospitales y centros regionales, también tiene sus méritos en el ámbito deportivo.
El secretario general de la CED recordó que los salesianos tienen un rol protagónico en incentivar la práctica del fútbol, por lo que tienen en la capital el Club de Pantoja y la Federación del Cibao. “Los salesianos incentivaron el fútbol en Salcedo y en Moca, ahora son muy buenos equipos, de hecho, en el mes de octubre vamos a ser sede primera del Mundial Femenino de Fútbol en Santiago de los Caballeros, y sede segunda en Santo Domingo; eso dice mucho en un país que no tiene tradición de fútbol sino de béisbol”.
Matrimonio y la familia
La familia tiene gran importancia para la Iglesia Católica tal y como se describe en Génesis 2:24 que establece el modelo divino para la familia: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”
Desde ese contexto, Monseñor Burgos define el matrimonio como un compromiso sagrado y una unión íntima entre un hombre y una mujer. “La Iglesia tiene una labor fuerte por procurar la unidad familiar para que los hijos crezcan en valores, fraternidad y hermandad”.
Perspectiva de la Iglesia en el futuro
La iglesia existe para evangelizar en todos los niveles y ha conformado la doctrina social que lleva la luz del evangelio para así iluminar los distintos aspectos de la sociedad. “Ahora mismo se está hablando de proponer una reforma fiscal, todos coincidimos en que hay que hacerla, pero buscando siempre que el pueblo no sufra y que el pobre no lleve la carga más pesada, sino entre todos poner nuestro granito de arena para que esa reforma sea distribuida equitativamente entre todos los sectores. Se habla también de reforma en la educación, en ese sentido tenemos que analizar cuáles son los valores que se quieren promover en nuestros niños y jóvenes, la iglesia siempre está dispuesta a ofrecer su voz como Madre y Maestra que es para que la sociedad se encamine por un buen proyecto de nación. La Iglesia a futuro está siempre dispuesta primero a evangelizar y luego a colaborar para que el individuo pueda desarrollarse y crecer integralmente a nivel humano, espiritual y material”.