La iglesia identifica áreas para inversión

La iglesia identifica áreas para inversión

POR FIOR GIL
La Conferencia del Episcopado Dominicano exhortó ayer al gobierno a concentrar sus esfuerzos, capacidad y recursos en las prioridades básicas de la población como la salud, educación, servicios de agua y electricidad, viviendas y expeditas vías de comunicación.

En un mensaje a la feligresía católica, también los obispos señalan que una sabia y sana política de prioridades impone posponer obras interesantes y convenientes cuando los recursos no lo permiten.

Señalan que aun cuando en el servicio de electricidad hay una mejoría se debe buscar una solución definitiva a ese problema y acabar «con tanto robo de energía, con tantos insolventes que nada pagan pudiendo pagar y con tantos que dicen no poder pagar pudiendo hacerlo y con las pérdidas de energía por el actual sistema de distribución».

«Urge que la iniciativa privada se involucre mucho más en el sector eléctrico. Seamos conscientes que la solución de tan grave problema es obligación del gobierno y de la sociedad por igual», expresan los obispos.

En el mensaje que titulan «necesitamos acciones eficaces y coordinadas» con motivo de las Fiestas de la Independencia Nacional este domingo, la Conferencia del Episcopado reclama que seamos realistas.

«Lo dijimos en agosto y queremos repetirlo hoy: seamos realistas. Decíamos entonces: «(Al comienzo de un nuevo gobierno) falsas esperanzas y la prisa de salir de fuertes precariedades nos pueden llevar a un desmesurado optimismo y falta de realismo».

Consideran que «es necesario que seamos muy conscientes y realistas ya que las necesidades son muchas, la economía mundial está en dificultades, la deuda acumulada nuestra es grande, la disponibilidad económica es corta y el tiempo disponible de un gobierno muy reducido. Tengamos esto muy en cuenta.»

«Se impone fijar bien las prioridades», señalan que si son muchos los objetivos que hay que conseguir, es una exigencia ineludible de un plan de acción bien hecho el que se establezca una jerarquía de ellos porque «no todos tienen el mismo valor, la misma trascendencia, ni la misma urgencia. Esto pide que se ordenen los objetivos según estas tres realidades».

Esta exigencia es aún mayor cuando los recursos económicos son limitados y no dan para cumplir con la totalidad de los objetivos. Hay que seleccionar entonces y fijar una escala de prioridades.

BIEN DEFINIDO

Los obispos afirman que las acciones para que sean eficaces, deben responder a un plan bien definido que abarque los cuatro años de los que dispone el gobierno de turno y que esté integrado en un plan a largo plazo o proyecto nacional.

Es necesario, sostienen, que esas acciones también, sean coordinadas y evaluadas periódicamente.

Al mismo tiempo reconocen y alaban que el Leonel Fernández haya tomado la iniciativa de celebrar semanalmente un consejo de Estado con todos los Secretarios de Estado. «Un Presidente delega el conjunto de sus responsabilidades en sus Secretarios de Estado y es su responsabilidad y derecho de conocer lo que están haciendo, de urgirles el cumplimiento fiel y eficaz de su función y, por supuesto, de relevar a aquellos que compruebe son corruptos, incompetentes, ineficaces o poco cumplidores de sus obligaciones».

Los obispos entienden que esta reunión semanal del Presidente con sus Secretarios de Estado irá logrando la armonía y coordinación de todas las Secretarías de Estado y la convergencia de todas ellas en la buena marcha de la nación.

Expresan que el éxito de un líder político moderno radica en poseer un interesante proyecto político nacional y ser capaz de entusiasmar en ese plan a sus inmediatos colaboradores y a través de ellos lograr hacerlo realidad.

Esto exige solidaridad, identificación y unión del líder con sus inmediatos colaboradores, de estos con el líder, y de estos entre si. Aunque respetuoso del pasado y anclado en el presente, debe tener siempre sentido y visión de futuro.

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