Hoy 
POR FERNANDO QUIROZ
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez pidió ayer perdón a la comunidad nacional por lo que consideró execrables y criminales hechos en los que se han visto envueltos miembros de la Iglesia Católica, con los que provocaron muertes, dolor, luto e irreparables daños morales y espirituales a muchas personas.
Ante una multitud, al presidir la homilía del Corpus Cristi, López Rodríguez exhortó a los jueces que conocen esos casos, a que después de la investigación, impongan las sanciones previstas en el Código Penal y que estos «gravísimos» hechos exigen.
Espera, dijo, que esos casos y otros aún no concluidos sirvan para intensificar la vigilancia en las instituciones educativas católicas, así como para revisar los criterios de selección de los candidatos a ingresar a las congregaciones religiosas, seminarios y otras casas de formación. Y que también seamos muy cuidadosos al contratar el personal que labora en nuestras numerosas obras educativas y asistenciales en todo el país», agregó el Cardenal ante la multitud que abarrotaba la explanada del Faro a Colón, donde se congregaron miles de católicos.
Anunció el Cardenal con alegría que la Congregación de los Terciarios Capuchinos haya iniciado el proceso de expulsión de su seno a quien ha sido el principal protagonista de lo que llamó vergonzosa e injustificable situación.
Aunque no identificó a nadie, López Rodríguez se refirió indirectamente al caso del fray Meregildo Díaz y Díaz, principal acusado de la desaparición y posterior asesinato de un matrimonio a principios de febrero pasado, cuyos cadáveres fueron encontrados un mes después descuartizada y quemada en dos tanques, en Hatillo, Azua.
Por el crimen de los esposos Yaniris Ruiz Sánchez y Yoel Sarmiento Díaz, un tribunal dispuso prisión preventiva para Díaz y Díaz en la cárcel de Najayo, San Cristóbal. También se ordenó prisión contra el sargento del Ejército, Valentín Vicioso de Jesús, en cuyo poder encontraron la pistola usada en el asesinato y quien supuestamente admitió que se quedó con el celular de Sarmiento.
Mientras que el martes pasado la Policía informó que encontraron envenenado en una cabaña de Jarabacoa a Quírico Rojas Carram, a quien la Fiscalía de Santo Domingo buscaba por su presunta vinculación al asesinato de los esposos.
La multitud tributó un aplauso de pie al momento que López Rodríguez pedía perdón en nombre de la Iglesia Católica, y sus palabras eran amplificadas por bocinas colocadas en varios puntos de las instalaciones del Parque Mirador Este.
Citó palabras del fenecido Papa Juan Pablo II, quien dirigiéndose a la juventud, y convocándole a la jornada mundial en Colonia, le dijo: «Lleven al encuentro con Jesús oculto bajo las especies eucarísticas todo el entusiasmo de su edad, de su esperanza, de su capacidad para amar».
En ese mismo lugar del Faro a Colón celebró Juan Pablo II los 500 años de la evangelización de América, en octubre de 1992. Estuvo presente el gobernador del Faro, Andy Mieses.
Expresó López Rodríguez que la Eucaristía no es sólo expresión de comunión en la vida de la Iglesia, sino que también es proyecto de solidaridad para toda la humanidad
«El cristiano que participa en la eucaristía aprende de ella a ser promotor de comunión, de paz y de solidaridad en todas las circunstancias de la vida», indicó.
AL GOBIERNO
Pidió oraciones para que Dios dé la gracia de conservar la paz en el país, y que todos los problemas sociales que afronta la Nación se vayan solucionando satisfactoriamente.
«Esperamos que el Señor dé al Presidente y sus colaboradores la capacidad para manejar la situación que se presenta con los nuevos cambios que hay en el mundo, y los proyectos que hay en el país con el Fondo Monetario Internacional, Tratado de Libre Comercio. ¡Vamos a ver cómo podemos salir de todo esto de la forma más airosa!».
