La iglesia verdadera

La iglesia verdadera

El nuevo Papa ha cuestionado duramente al cristianismo. Jorge Mario Bergoglio lo ha calificado como una comunidad en la que hay “arribistas, gente sin fe y de baja condición moral que usan la religión como un negocio”.

Creo que cualquier líder religioso o secular que hubiera hecho una declaración de ese tamaño hubiera sido tremendamente cuestionado.

Pero el sumo Pontífice sabe de lo que habla.

Él está consciente que por donde primero empieza la cosa es por la propia Iglesia Católica, donde han ocurrido en los últimos años los más terribles escándalos dentro de la religión.

La corrupción y la falta a la moral y a la ética, son el talón de Aquiles de algunos de los que se identifican con la fe cristiana, contrario al mahometanismo, al hinduismo y cualquiera de esas creencias competencias cuya característica se identifica con otros comportamientos.

Ya no estamos en la época medieval cuando la gente se aferraba ciegamente y sin cuestionamiento a lo que creía y se le enseñaba.

En un mundo altamente revolucionario, comunicado y predispuesto a las dudas, todo debe ser claro.

Por eso, la iglesia y  sus miembros deben volver a la esencia de la verdad, de la praxis en esos principios grandes que enseñó y vivió Jesús.

Quien ame la verdad y ande buscando vivir una vida pura, sana y de apego a los buenos principios no se detendrá donde lo que se vea sea lo falso, lo engañoso y lo inmoral.

En este mundo de tantas patrañas y maldad, tendrán éxitos sólo los que estén comprometidos con los valores.

Si el cristianismo no toma otro rumbo, cambiando el nivel cuestionado de comportamiento actual, pronto podría entrar en una crisis de consecuencias lamentables para las sociedades y para la obra de Dios.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas