Una por una, las barreras para la exploración del gas de esquisto en Reino Unido se están desmoronando.

El año pasado fue impuesta una moratoria de 18 meses y dos semanas atrás un estudio de miles de pozos alrededor del mundo no reveló ninguna evidencia de que la industria tuviera algún rol significativo en causar los terremotos. Pero sigue siendo el obstáculo más formidable. Sin serios esfuerzos para compensar la creciente hostilidad pública, Gran Bretaña puede nunca saber de seguro si su futuro mantiene una revolución de gas de esquisto al estilo de EEUU.

La propuesta del gobierno que a los locales se les podrían ofrecer reducciones de precios de las facturas de energía en retorno por aceptar la exploración es un primer intento sensible para romper ese muro de oposición.

El boom del esquisto de EEUU ha hecho descender los precios del gas natural por dos tercios en cuatro años. Dar a las familias de R.U. algo de ese beneficio en esta primera etapa es una buena forma de conducir a casa las ventajas del esquisto en un clima donde la ignorancia está generando temor y rechazo. No obstante, el financiamiento del subsidio no será sencillo. Un impuesto sobre los exploradores se arriesga a disuadir a nuevos participantes, mientras que el uso de los fondos públicos puede también provocar protesta de los que no se benefician.

Tales incentivos no fueron necesarios para lograr la bonanza del esquisto en EEUU. No sólo son probados los pozos localizados en áreas mucho menos densamente pobladas que en R.U., sino que los propietarios de tierras a menudo son felices de invitar a los prospectores a sus propiedades. En R.U., sin embargo, estos pertenecen a la Corona y cambiar esta estructura obsoleta sería demasiado radical.

 Las implicaciones podrían llegar mucho más allá del esquisto. Pero tiene que hacerse mucho más para compartir los beneficios financieros potenciales con las comunidades locales en caso de que la oposición disminuya. Simplemente solicitar a los exploradores a construir caminos o parques, como se hace con los desarrolladores de propiedades, no es suficiente.

Sin embargo, todo el dinero del mundo no fomentará la aceptación si la gente todavía teme las consecuencias ambientales y humanas de las perforaciones. Ni el gobierno ni la industria han hecho suficiente para afrontar la amplia ignorancia. Los críticos señalan los temblores que tuvieron lugar en Lancashire como evidencia de los peligros. Pero los seguidores del esquisto han fallado en grabar en la conciencia pública que esto fue resultado de los errores por parte del explorador antes que del mismo proceso.

El público necesita saber sobre los riesgos y cómo pueden ser evitados. La regulación tiene que ser rigurosa y el castigo infligido a los transgresores. Dando a la gente la información que necesita para sopesar los pros y contras es la mejor forma de disipar temores.

Las claves
1.  Desmontan barreras

Una por una, las barreras para la exploración del gas de esquisto en Reino Unido se están desmoronando.

2. Serios esfuerzos

Sin serios esfuerzos para compensar la creciente hostilidad pública, Gran Bretaña puede nunca saber de seguro si su futuro mantiene una revolución de gas de esquisto al estilo de EEUU.

3.  El esquisto de EEUU

El boom del esquisto de EEUU ha hecho descender los precios del gas natural por dos tercios en cuatro años. La población de RU  necesita saber sobre los riesgos y cómo pueden ser evitados.