La imagen del progreso del país

La imagen del progreso del país

Entre 2005 y 2011 hay un deterioro creciente de la percepción de progreso en República Dominicana, baja de 38% a 16% respectivamente. Al mismo tiempo la percepción de retroceso fue aumentando en conjunto con la percepción de estancamiento. El año 2011 un 34% decía que el país estaba en retroceso —en 2005 un 19% señalaba esto— y un 50% decía que el país estaba estancado. En 2005 un 44% percibía estancamiento. Esto lleva a que el progreso neto haya llegado a su nivel más negativo en 2011, con 19 puntos porcentuales negativos.
Entre 2011 y 2013 la percepción de progreso salta de 16% a 51%, quienes decían que estaba en retroceso caen de 34% a 15%. Incluso quienes percibían estancamiento cayeron de 50% a un 35%. En 2015 continúa el aumento de la percepción de progreso aumentando al 54% cayendo al 28% los que perciben estancamiento. Quienes perciben retroceso se mantiene dentro del margen de error entre 2013 y 2015, habiendo subido solo 2 puntos porcentuales. La percepción neta de progreso es similar a la del 2013 con 37 puntos porcentuales.
Ahora bien, resulta explicativo poner en perspectiva esta percepción con datos objetivos. Volviendo a la tabla 1 se puede apreciar que en 2011 el desempleo se deterioró pasando de 5,0% a 5,9%. La pobreza también subió levemente y la inflación llegó a su nivel máximo, con un 7,76% anual, cifra que en 2012 remitió a 3,91%. No se observa una relación directa entre la caída en la percepción de progreso y la evolución del PIB, que después del año 2003 tuvo episodios de gran crecimiento, superando el 10% en 2007. Valen también aspectos políticos del desarrollo para explicar la percepción de progreso.
Por otra parte el cambio de gobierno en 2012 tuvo un efecto positivo en la percepción de progreso del país, pues es desde 2013 se revierte la tendencia decreciente y mejora la percepción de progreso neto. La percepción de progreso es un indicador complejo donde influyen la economía y la política con distintos pesos según el momento del tiempo.

La situación económica
A continuación se presentan seis indicadores sobre la situación económica de República Dominicana: la percepción de la situación económica actual, pasada y futura, para el país y para las personas.
Situación económica presente
En el año 2004 la evaluación de la situación económica actual del país se encontraba en su nivel más bajo. Solo un 3% de los dominicanos consideraba que la situación era buena o muy buena.
En los años siguientes la tendencia mejoró. Quienes consideraban que la situación económica actual del país era buena o muy buena llegaron a un 17% en el 2006. En 2008 la calificación de la situación económica actual del país se deteriora nuevamente llegando a 10%. Si bien en el año 2009 la situación mejora a 15%, el 2010 vuelve a caer a 7% y llegar a un mínimo de 4% en 2011, justo después de la crisis Subprime. En los dos últimos años la situación mejora a 10% en 2013 y a 13% en 1015. Se puede decir que en total en la década la situación ha mejorado con altos y bajos, siendo el 2006 el mejor año.
Ahora, si comparamos con la situación personal de cada cual, vemos que con la excepción del año 2009, en todo momento los dominicanos aprecian su situación personal mejor que la del país.
El año 2004 un 9% de los dominicanos consideraba que situación económica personal era buena o muy buena, pasando a un 14% el 2005 y a un 20% el 2006. Desde 2008, la tendencia comenzó a deteriorarse hasta llegar a su punto más bajo de un 6% en 2011. El año 2013 la cifra mejoró a un 15% y llegó a un 22% en 2015. La situación personal de cada cual en 2015 es la mejor de la década y presenta la mayor brecha con la situación del país, nueve puntos porcentuales más (en 2011 era de solo 2 puntos, el año 2013 se amplió a 5 puntos).
En primer lugar la mirada comparativa entre la situación del país y de las personas, observamos que no hay diferencias en la mayor parte de la década entre ambas. Si bien en 2009 y 2010 hay una brecha superior para la situación personal de 3 y 5 puntos porcentuales respectivamente. A diferencia de la situación presente, la evaluación de la situación pasada es congruente la visión del país y de las personas.
El 14% apreciaba la situación económica pasada del país en 2014, esto aumenta a un 41% el 2005. Desde el año 2006 disminuye un 37% llegando al nivel más bajo con 11% durante los años de la crisis de subprime. A partir de 2013 aumenta drásticamente a 46% para alcanzar más de la mitad de la población en 2015 con 51%.
Situación económica futura
En la situación económica futura vemos, al igual que en el presente, una distancia entre la apreciación de país y la de la persona. La brecha se sitúa muy pareja encima de la evolución de la situación del país desde 12 puntos porcentuales en 2004, llegando a un máximo de 14 puntos porcentuales en 2007 y alcanzando en 2015 nuevamente 12 puntos porcentuales.
El año 2004, un 59% de los dominicanos consideraba que la situación económica futura del país sería mejor o mucho mejor, a partir de ese momento disminuye a 47% en 2005 continuando paulatinamente hasta llegar al 19% en 2011. Nuevamente vemos un salto de 19% a 57% entre 2011 y 2015.
En 2004, 71% de los ciudadanos señalaba que su situación económica personal sería mejor o mucho mejor dentro de 12 meses. Esas expectativas positivas se fueron deteriorándose hasta llegar, el año 2011, al mínimo de toda la serie con un 24%. A partir del año 2011 la tendencia pesimista se revierte en 2015 alcanzando un 69%.
En ambos casos, queda de manifiesto al comparar las expectativas económicas y la evaluación económicas personal, que la evaluación del desempeño de la economía no se encuentra alineada con el comportamiento del PIB. Entre 2004 y 2014 el promedio de crecimiento de la economía dominicana fue de un 5,9%, sin embargo es solo desde el año 2013 —lo que puede asociarse al cambio de gobierno— que las expectativas y la evaluación del desempeño actual mejoran considerablemente.
Distribución de la riqueza
La distribución de la riqueza no es considerada justa por los latinoamericanos en general a lo largo de la década. Solo alrededor de dos de cada diez latinoamericanos la consideran justa. En la República Dominicana había una percepción más justa que en la región en 2004 donde alcanzaba 26%, luego aumenta incluso a 28% en 2005. Sin embargo cae abruptamente a 11% en 2010 y 8% en 2011, para volver a su monto inicial de 27% en 2013. En 2015 se ubica en un 25% la percepción de justa distribución de la riqueza.
El Ingreso
El ingreso se mide con una variable relativa en que se le pregunta a la gente cómo les alcanza el ingreso familiar, si acaso pueden ahorrar, si les alcanza justo, si tienen dificultades, o tienen grandes dificultades. Es un ingreso subjetivo que mide la posición real del hogar respecto de su expectativa de gasto. No dice relación directa con los grados de pobreza pero si con los grados de vulnerabilidad.
Hemos visto que desde el año 2008 el nivel de pobreza de República Dominicana se redujo de manera constante.
En América Latina ha ido bajando de 60% en 2004 los que no les alcanza a 44% en 2015. En el mismo período en República Dominicana este indicador ha fluctuado entre 65% y 52%, con dos puntos altos en 2011 (73%) y 2013 (67%). Asimismo en todo momento se ha situado por encima y muy por encima dependiendo del año, del promedio de la región.
En otras palabras, sin importar el ingreso, los dominicanos son felices a pesar de que uno de cada dos no alcanza a llegar a fin de mes sin dificultades.
Esos son más dominicanos que los que se reportan como pobres según CEPAL en el año 2014: 40%.
Este indicador es ilustrativo sobre la situación relativa de la población, puesto que si bien desde un punto de vista objetivo el 40% de la población del país es pobre, un 52% dice que tiene dificultades económicas porque su ingreso no les alcanza. De esta forma, los problemas económicos tienen un correlato en las expectativas y demandas de los ciudadanos que no pueden ser satisfechas. Es decir, un 52% de los ciudadanos no pueden con su ingreso satisfacer todas las necesidades que tienen, sean estas básicas o no. Por lo tanto, tras este hecho a un elemento subjetivo que tiene un impacto mucho más importante en la satisfacción que los ciudadanos sienten con la economía y la forma en la que evalúan su propio bienestar y posición relativa al interior de la sociedad.

(Fuente: Latinobarómetro)

 

La Satisfacción con la Economía

La satisfacción con la economía en República Dominicana llegó a su punto más bajo en 2011, el mismo año en que la percepción de progreso llegó a su mínimo. Para explicar este hecho habría que analizar no el nivel de crecimiento de PIB de ese año, que fue un 2,8%, sino que verlo en conjunto con la tendencia de este indicador. El año 2010 la economía vivió un año de gran crecimiento, sobre 8%, por lo que el deterioro entre 2010 y 2011 resulta muy marcado y, como hemos mencionado, tiene correlato con otros indicadores específicos como la pobreza o la inflación.
La satisfacción con el funcionamiento de la economía en República Dominicana parte en un 17% en 2004, solo dos puntos porcentuales bajo el promedio regional que llegaba a un 19%. En los años 2005 y 2006 la satisfacción con la economía alcanzó su punto más alto con un 35% en ambos años. A partir del año 2007 la satisfacción con la economía cae a un 26% y en 2008 llega a un 28%. El 2009 se recupera a un 22% para volver a caer en 2010 y 2011 a un 19% y 13% respectivamente.
Entre 2011 y 2013 hay un salto importante en este indicador. En 2015 un tercio de ciudadanos satisfechos con el funcionamiento de su economía, cifra superior al promedio regional que alcanza un 25%. Como ocurre también con la percepción de progreso, hay un repunte importante después del 2011. Entre 2011 y 2015 la satisfacción con el funcionamiento de la economía aumenta 20 puntos porcentuales.
La satisfacción con la economía está alineada con los ciclos económicos del país. Los mínimos de 2004 (17%) y 2011 (13%) se produce en los momentos de crisis económica, mientras que los máximos de 2005 y 2006 (35%) y 2015 (33%) viene en momentos de recuperación de la economía luego las crisis que se vivieron a mediados de la década pasada y producto de la crisis subprime.

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